
Leapmotor dispara sus ventas en Europa mientras Stellantis se hunde
Leapmotor ha pasado de la nada a vender más de 8.000 coches eléctricos en Europa en solo un año. La alianza con Stellantis le ha abierto concesionarios y le ha facilitado la implantación, mientras el grupo europeo que tiene una parte de la china atraviesa una crisis profunda con marcas al borde de la desaparición. Un contraste total.

En apenas un año, Leapmotor ha pasado de vender en el primer semestre del año apenas 163 coches, a matricular más de 8.000 unidades en Europa este año. Se trata de un salto descomunal de casi un 5.000%, que aunque todavía suponga volúmenes muy pequeños frente a referencias como BYD o MG, resulta un hito impresionante para una marca nacida en 2015 y prácticamente desconocida en nuestro mercado hasta hace pocos meses.
El motor de esta irrupción ha sido la alianza con Stellantis, que ha permitido al fabricante chino mostrar sus coches en los concesionarios de Peugeot y Opel. El respaldo de un grupo consolidado otorga confianza a los clientes, que encuentran un servicio posventa sólido y garantías europeas. Y todo esto con una gama extremadamente reducida, solo dos modelos a la venta, el urbano T03 y el SUV C10. Una gama que crecerá de forma más que significativa con la llegada del septiembre del B10, y en 2026 del B05. Dos torpedos a la línea de flotación de los grupos europeos.
Leapmotor acelera su ofensiva en Europa

La estrategia no se detiene aquí. Leapmotor ya prepara una implantación industrial en Europa a partir de 2026, todo hace indicar que en España, y más concretamente en la planta de Zaragoza. De esta forma, el fabricante chino esquivaría los aranceles existentes sobre los coches importados de China, aumentando la competitividad de su gama.
La confusa estrategia de Stellantis

El contraste es llamativo: mientras Stellantis reduce actividad en sus fábricas y amenaza con cierres, Leapmotor podría aprovechar esas instalaciones sin necesidad de levantar nuevas factorías en el continente y consolidarse como una alternativa de ventas masivas.
Y es que resulta llamativa la enorme diferencia con Stellantis. El grupo europeo arrastra una estrategia eléctrica confusa, se enfrenta a múltiples campañas de llamadas a revisión (Puretech) y a la gestión de escándalos como el de los Airbags Takata, mientras marcas históricas como Alfa Romeo o Lancia ven comprometida su supervivencia, principalmente por la apuesta comercial de vender los mismos coches con diferentes vestidos y sin apenas cambios más allá de los precios.

También añadir la confusa oferta mecánica, con versiones eléctricas con motor de 100 kW y el nuevo de 115 kW, más eficiente, y baterías de 50 kWh brutos que todavía conviven con las de 54 kWh. Un sinsentido. Otra complicación son los configuradores, que mezclan coches de combustión con híbridos y eléctricos, lo que hace muy farragoso para el usuario menos avanzado poder conocer los datos y precios de las versiones eléctricas.
Un ejemplo lo encontramos en el configurador de Opel. Si un cliente busca un Opel Corsa eléctrico, debe bucear para encontrar la versión más moderna, con más autonomía. El primer nivel es el acabado Edition, donde hay disponibles la versión gasolina, la híbrida y la eléctrica. Pero la eléctrica de 100 kW y 50 kWh. El sistema anterior. Puede pensar que el segundo nivel de acabado, Yes, puede tener el de mayor autonomía. Pero no, ahí solo encontramos las versiones gasolina e híbrida. Para llegar a la de 115 kW y 54 kWh hay que avanzar al tercer nivel, y debemos elegir el acabado más alto de la gama, GS, que ese si dispone de la versión de 115 kW. Un absurdo total.
Leapmotor de dispara en ventas, e ingresos
Mientras tanto, Leapmotor apuesta por la sencillez y el minimalismo en su oferta. Solo hay eléctricos, además del extensor de autonomía, lo que facilita la labor a los que entran en su web. El resultado es que mientras que Leapmotor se dispara en ventas e ingresos, logrando su primer beneficio trimestral, Stellantis no para de caer.
Esto se produce además mientras que la compañía china no se limita a crecer: se está consolidando apoyada en el propio canal de distribución de Stellantis, lo que plantea una paradoja evidente. El socio occidental, debilitado y en crisis, está sirviendo de trampolín a un competidor que en un futuro no muy lejano podría incluso superarle.
Carlos Tavares apostó por la alianza con China como vía de escape para su estrategia de electrificación. Pero a la vista de la ascensión meteórica de Leapmotor, nos hace preguntarnos si estamos ante un socio estratégico, o frente a un caballo de Troya chino listo para tomar la fortaleza europea desde dentro.