Renault necesita diferenciar el Megane del R4, y prepara una importante actualización para lograrlo
Renault quiere revivir las ventas del Mégane eléctrico, que se ha visto muy afectado por la llegada de los Scénic, R5 y R4. Por este motivo, su próxima actualización traerá consigo importantes novedades en el plano técnico, así como un nuevo enfoque comercial.
A principios del año que viene, el Renault Mégane sufrirá una profunda actualización. El restyling de mitad de vida del compacto eléctrico no sólo traerá consigo una estética renovada, sino también importantes novedades en el apartado técnico; de hecho, algunas fuentes indican que las evoluciones serán tan importantes que la firma del rombo se ha visto obligada a realizar cambios estructurales para alojar una nueva batería.
En su momento se especuló con la posibilidad de que el Mégane recibiera las baterías ya vistas en el nuevo Nissan LEAF, con el que comparte plataforma. El modelo japonés emplea dos packs de 52 y 75 kWh, los cuales le permiten homologar una autonomía de entre 436 y 604 km WLTP. Otra posibilidad era que recibiera la enorme batería de 87 kWh ya vista en el Scénic, la cual le permitiría superar los 600 km WLTP.
Sin embargo, los últimos rumores apuntan en una dirección diferente. Aparentemente, el Mégane equipará una única batería ligeramente más capaz que el actual pack de 60 kWh, lo suficiente como para sobrepasar la barrera de los 500 km WLTP. Eso sí, las celdas abandonarán la química NCM (níquel, cobalto, manganeso) en favor de la más asequible LFP (litio-ferrofosfato). Esta nueva batería también llegaría a la versión de acceso del Scénic.
"El año que viene, tendremos una segunda batería, LFP, en todos los coches Renault existentes. No conozco muchos fabricantes no chinos capaces de hacerlo en Europa", declaraba hace escasos días François Provost, CEO del Grupo Renault. Fabrice Cambolive, CEO de la marca, ha señalado durante el IAA Mobility 2025 de Múnich que el Mégane se reposicionará como un hatchback de corte deportivo, probablemente para evitar solapamientos con el R4, de tamaño similar. "Esa es la dirección en la que queremos ir".
¿Vuelve Renault Sport?
Laurens van den Acker, jefe de diseño del fabricante galo, no ha querido dar detalles sobre las modificaciones estéticas que recibirá el Mégane, pero sí que ha dejado claro que serán necesarias para impulsar la demanda. "Necesitamos vender más. Si le pones una batería nueva al coche, que es muy caro, y no cambias el coche, entonces es muy difícil convencer a la gente para que pague más por él".
Por otro lado, la compañía estaría replanteándose revivir la insignia Renault Sport para sus modelos más prestacionales, dejando la marca Alpine para los deportivos dedicados. Aunque todavía no hay confirmación al respecto, esto abriría la puerta a un hipotético Mégane con tracción integral y una mayor potencia que el actual, que rinde 218 CV (160 kW).
Fuente | Autocar
