Toyota se rinde: los ingenieros chinos deciden cómo serán sus coches eléctricos

Toyota entrega a China el desarrollo de sus coches eléctricos, una señal clara de que Japón pierde relevancia en la era de la movilidad eléctrica frente a la pujanza tecnológica china.

Toyota se rinde: los ingenieros chinos deciden cómo serán sus coches eléctricos
Toyota bZ7.

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Publicado: 16/06/2025 10:07

Toyota, el principal fabricante mundial y pilar de la industria automovilística de Japón, ha dado un giro radical en su estrategia para el desarrollo de coches eléctricos. En un movimiento sin precedentes, GAC Toyota, su empresa conjunta en China, ha confirmado que las decisiones clave sobre nuevos modelos eléctricos pasarán de Japón a China.

Esto supone mucho más que una reorganización interna. Es el reconocimiento explícito de que Japón ha perdido el pulso de la movilidad eléctrica frente al empuje de los fabricantes chinos, que hoy marcan el ritmo en diseño, tecnología y ventas.

Según Yoshiaki Konishi, director del centro de I+D de Toyota en China, la compañía adoptará un enfoque de desarrollo regionalizado, desvinculado de los modelos globales. La meta: acelerar la producción de coches eléctricos más adaptados a los gustos y expectativas del cliente chino, el más exigente del mundo en este segmento.

Toyota bZ3X

No es una medida aislada. Otras marcas niponas como Nissan ya han iniciado la misma transición. El éxito del N7, una berlina eléctrica diseñada por un equipo chino para Dongfeng Nissan, con más de 17.000 pedidos en poco más de un mes, y que expandirá sus ventas en occidente bajo el nombre de Nissan Primera, deja claro qué los grupos japoneses tienen que abandonar sus oficinas locales si quieren tener futuro.

Nissan N7

Los datos lo avalan. En mayo, los vehículos de nueva energía (eléctricos puros, híbridos enchufables e hidrógeno) representaron el 52,9% de las ventas en China. Y dentro de ese volumen, el 74,6% correspondió a marcas locales. Las firmas japonesas, agrupadas con las joint ventures tradicionales, apenas lograron un 6,4% de cuota. Un desplome preocupante.

Toyota ya ha recogido algunos frutos de este nuevo enfoque. Su primer SUV eléctrico diseñado íntegramente en China, el bZ3X, vendió 15.000 unidades en su primer mes. Su precio de partida, 109.800 yuanes (unos 15.000 euros), lo convierte en una propuesta muy competitiva. El nuevo bZ5 está logrando también llamar la atención por su lograda propuesta, y en 2026 llegará el bZ7, que integrará tecnologías de Huawei y Xiaomi, una alianza impensable hace apenas unos años.

El mensaje es claro: el liderazgo tecnológico y de diseño ya no está en Japón, sino en China. Que Toyota haya decidido dejar en manos chinas la dirección de sus futuros eléctricos refleja una pérdida de confianza en su propio modelo industrial. Y puede que marque el principio del fin para la hegemonía japonesa en la automoción, en un momento en que el mundo acelera hacia el coche eléctrico.

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