Los puntos de recarga de Vancouver, sufren una oleada de robos
Los usuarios de coches eléctricos del área de la ciudad de Vancouver (Canadá) están viviendo un problema que en España nos es muy familiar. El robo del par de cobre. Pero además del cable de la línea de teléfono, los delincuentes están logrando obtener su botín de otra forma.
Localidades como Surrey y Richmond, han vivido múltiples ataques a los puntos de recarga para coches eléctricos. Estos han sido inutilizados por los ladrones a la búsqueda de cobre, que está provocando una importante molestia a los usuarios, y un coste para los operadores de estos mismos puntos de recarga.
Esto puede aumentar su gravedad su el ladrón encuentra el coche conectado. Entonces además del cable del punto, se llevan por delante el cable del propio vehículo. Algo que parece que los sistemas de bloqueo no han logrado impedir. Un cable que no es precisamente económico de sustituir, ya que cuentan con precios que parten desde los 200 euros para los más económicos, pero que pueden llegar a más de 600 euros en algunos casos.
No será fácil solucionar este problema. El elevado coste del cobre, y lo relativamente fácil que es su obtención de los puntos de recarga, hará que los amigos de lo ajeno pongan sus miradas en este nuevo negocio.
Es en estos casos donde vemos el potencial de la recarga inalámbrica, donde no hace falta usar ningún cable para conectar el coche. El problema es su coste, que todavía no hay un formato común, y sobre todo, que ningún coche lo ofrece ni como una parte del equipamiento opcional.
Una recarga que como hemos visto hace unos días, ha logrado superar una de sus principales barreras, alcanzando un 95% de eficiencia en la transferencia sin cables de electricidad.
Vía | Transportevolved