Durante un encuentro con inversores, el presidente del grupo Renault-Nissan, Carlos Ghosn, se ha acompañado por dos unidades del Nissan LEAF.
La primera es un modelo dotado de un sistema de conducción autónomo. Una tecnología que a finales de esta década comenzará su expansión de forma comercial, y donde Nissan quiere estar situado en las primeras posiciones. Un modelo que incluso hemos podido ver circular por las carreteras japonesas.
Pero el realmente interesante era el segundo. Se trata de una unidad propiedad del equipo de I+D de Nissan. Esta ha servido al presidente del grupo para mostrar como será la conducción de un coche eléctrico el día de mañana.
En una jornada normal, el propietario de un LEAF saldrá de casa con una carga de sus baterías, y podrá disfrutar de un día sin agobios de autonomía, llegando de regreso a su vivienda con una buena parte de la batería todavía intacta.
En las imágenes proyectadas durante el evento podemos ver como el LEAF cuenta en su marcador con una autonomía de nada menos que 544 kilómetros. Una cifra que no sólo duplica las autonomías actuales, si no que la triplica.
Por desgracia el Sr Ghosn no ha realizado ninguna mención a esta unidad de pruebas,que suponemos estará siendo utilizada para probar la próxima generación de baterías, que le permitirá almacenar packs de al menos 60 kWh de capacidad.
Evidentemente con esta cifra será muy complicado llegar a los 544 kilómetros, incluso aplicando el ciclo PINOCHO, por lo que al igual que ha sucedido con una anterior unidad, es posible que esta haya sido modificada a nivel físico para albergar más baterías. Otra posibilidad es que directamente han modificado el marcador para el vídeo.
Lo primero ya le ha sucedido a una unidad utilizada por el Centro Técnico de Nissan en Barcelona, que a principios del pasado año comenzó las pruebas con una unidad dotada de una batería de 48 kWh, pero que ocupaban la parte de los asientos traseros.
Este anuncio parece confirmar que la segunda generación será incluso más prometedora de lo esperado, lo que obligará a Nissan a realizar una parada en boxes, y actualizar la actual generación con una batería de 30 kWh, que le permita aumentar su autonomía, y no ver hundidas sus ventas a una distancia todavía considerable de la llegada de la segunda generación, estimada para 2017.
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