Francia ha logrado el pasado año matricular un total de 22.187 coches eléctricos, tanto turismos como industriales. Una cifra realmente espectacular que ha supuesto un crecimiento del 47.5% respecto al 2014, y lograr superar el 0.90% de cuota de mercado. Unas cifras que no tienen en cuenta las ventas de híbridos e híbridos enchufables.
Los turismos se han llevado un total de 17.268 unidades. Un 64% más que el pasado año cuando se matricularon 10.560 unidades.
Por modelos el Renault ZOE ha sido el absoluto dominador. El eléctrico francés ha cerrado un 2015 realmente bueno con nada menos que 1.581 unidades vendidas en diciembre, para un acumulado del año de 10.407 unidades. Esto proporciona al ZOE una cuota de mercado del 60%. Por detrás encontramos al Nissan LEAF, con 2.222 unidades matriculadas, y el Bollore Bluecar, con 1191 matriculaciones.
En cuanto a los industriales las ventas también han tenido una dinámica positiva, aunque en menor medida que los turismos. En total se han vendido el pasado año 4.919 industriales eléctricos. Un 9.6% más que el 2014. Por modelos la Renault Kangoo ZE ha repetido el éxito logrado en España, y se ha colocado de nuevo como la más vendida con mucha diferencia. Esta ha logrado 2.836 matriculaciones, frente a las 445 de la Goupil G3, y las 343 de la Nissan E-NV200.
¿Cuales son las razones para que se vendan tantos coches eléctricos en Francia?. Podemos comparar las cifras de nuestros vecinos del norte con las nuestras. Como recordamos el pasado año se han matriculado en total 2.076 coches eléctricos en España (turismos+industriales). Esto supone 10 veces menos que en Francia.
Las razones pueden ser variadas. Para empezar el programa de ayudas ha sido un gran aliciente para los compradores en el territorio francés. Además de contar con un programa constante, este se ha incrementado el pasado año hasta los 10.000 euros para aquellos que entregasen un coche diésel de más de 14 años.
Además es un sistema que no le cuesta ni un euro al gobierno. El sistema «Bonus/Malus» carga de más impuestos a los coches más contaminantes, para de esa manera financiar las ayudas a los modelos eléctricos. Un sistema que este año vivirá una pequeña modificación que rebajará la edad del coche diésel a entregar hasta los 10 años.
La red de recarga en Francia también tiene mucho que ver. Una red extensa que ha sido tejida de la mano de la colaboración público/privada, y con la intermediación de las provincias. Estas se han involucrado para lograr captar fondos para la instalación de una red que multiplica por mucho a la española, y que además tiene un ritmo de crecimiento muy importante.
Un ejemplo a seguir por parte de nuestras autoridades, que al menos han empezado el 2016 con buen pié con el nuevo Plan MOVEA, teóricamente activo desde el 1 de enero, pero dotado con unos fondos muy limitados.
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Fuente | AVERE
