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Rumor: BP en conversaciones con Renault-Nissan para el despliegue de puntos de recarga en sus gasolineras de Europa

El presidente de la petrolera BP,  Bob Dudley, ha confirmado a Reuters que están en conversaciones con varios fabricantes de coches eléctricos para la instalación de una red de recarga rápida en sus estaciones de servicio de Europa.

De momento no se han dado detalles de este posible acuerdo, pero según los rumores entre los principales interesados en formar parte de esta iniciativa está el grupo Renault-Nissan.

La idea sería comenzar a situarse ante el crecimiento imparable de la movilidad eléctrica en nuestro mercado, y hacerlo con la creación de una red de recarga. Una diversificación del negocio que otros grandes grupos como Shell ya han comenzado. Y no hay mejor incentivo que la competencia se ponga a hacer algo para seguirles el paso.

Desde BP también se alude a los estudios que muestran que el crecimiento de las ventas de coches eléctricos en las próximas décadas será enorme. Según la propia petrolera, esperan que la flota mundial pase de los apenas 1.5 millones de unidades en 2015, a los 100 millones en 2035.

 

El propio Bob Dudley ha indicado en varias ocasiones que»BP debería comenzar lo antes posible su diversificación de negocio para acercarse a formas de generación de energía más limpias, alejándose del petróleo«. Sin duda un discurso muy valiente a la vez que arriesgado del máximo responsable de una de las mayores petroleras del mundo.

La cuestión es que una cosa es querer, y otra es poder. Como ejemplo las aventuras de la propia BP en sectores como la energía solar, que han terminado con malos resultados. Algo que está provocando que los nuevos pasos como la creación de una red de recarga para coches eléctricos se esté estudiando en profundidad.

Precisamente ahí es donde entran en juego los fabricantes. Está claro que el despliegue de una red beneficiará tanto a los operadores, como a los fabricantes de coches eléctricos, que verán como sus clientes cuentan con una mayor confianza a la hora de saltar a un modelo impulsado por electricidad. Y si los dos se benefician, pues deberían colaborar.

Una de las soluciones sería el crear empresas paralelas con fondos entre la petrolera, las marcas, y posiblemente la ayuda de la UE. Una forma de diversificar gastos y riesgos, y que inyecte algo más de confianza en el consejo de la propia petrolera.

Aunque todavía es un rumor, el sumarse a esta iniciativa el grupo Renault-Nissan lograría ampliar la disponibilidad de puntos de recarga para sus clientes, que sin duda será una de las claves a la hora de vender coches. Y es que la amenaza de Tesla con su red de Supercargadores no para de incrementar su sombra.

En pocos años los coches contarán con amplias autonomías, y las principales razones de los consumidores a la hora de optar por un modelo u otro será el diseño, su equipamiento, y sobre todo el contar con una red de recarga para sus viajes o simplemente para recargar cuando no tengan una plaza de aparcamiento. El que no tenga alguna de estas características jugará con desventaja.

En Europa ya hemos visto algunas iniciativas de este estilo, como Ionity, en la que no participa el grupo Renault-Nissan y si la petrolera Shell. Algo que le hace ganar puntos para formar parte de esta nueva iniciativa que debería añadir más leña a la competencia por extender las redes de recarga públicas.

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Vía | Reuters

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