En los últimos años, Mazda no se ha caracterizado precisamente por su apuesta por el coche eléctrico. Más bien todo lo contrario. Hasta ahora, la marca japonesa contaba con un único modelo de este tipo a la venta, el crossover MX-30, que no ha cosechado demasiado éxito comercial debido a su exigua autonomía de 200 km WLTP.
Sin embargo, la firma de Hiroshima es consciente de que los BEV (Battery Electric Vehicles) cada vez tienen más peso en mercados clave como China, donde ya suponen 1 de cada 4 ventas. Por este motivo, la compañía se encuentra desarrollando una nueva plataforma modular eléctrica que llegará en 2025-2027 y servirá como base para ocho modelos hasta 2030.
Entre tanto, Mazda necesita incorporar nuevos integrantes a su oferta cero emisiones para no quedarse atrás respecto a la competencia. Por ello, tendrá que recurrir a socios externos como el fabricante chino Changan, con el que ha llegado a un acuerdo para desarrollar su primera berlina eléctrica: el recién presentado EZ-6.
El nuevo sedán se basa en la plataforma EPA1 del Deepal SL03. Disponible como híbrido enchufable y eléctrico puro, el EZ-6 ocupa un lugar equivalente al del Mazda6 dentro de la gama. Mide 4.921 mm de largo, 1.890 mm de ancho y 1.485 mm de alto, por lo que se encuadra en el segmento D+, en el que también compite el Volkswagen ID.7.
El Mazda EZ-6 probablemente no llegue al mercado europeo
A pesar de derivar de un automóvil chino, Mazda ha sabido adaptar la carrocería a su característico lenguaje de diseño. El EZ-6 hace gala de una generosa calandra pentagonal y de unos faros rasgados con un innegable aire de familia con otras propuestas de la empresa. Lo mismo ocurre con los pilotos de doble esfera, que recuerdan poderosamente a los del Mazda3.
Por el momento, sólo se ha revelado que la versión eléctrica tendrá una autonomía de unos 600 km CLTC, mientras que el híbrido enchufable rebasará los 1.000 km CLTC. Lo más seguro es que reutilice las mecánicas del Deepal SL03, que se ofrece con dos niveles de potencia (218 y 258 CV) y dos baterías (58.9 y 66.8 kWh).
La suspensión trasera es de tipo multibrazo; además, la variante eléctrica disfruta de un reparto de pesos perfecto de 50:50. Si a esto le sumamos que se trata de un vehículo de tracción trasera, podemos dar por hecho que su comportamiento dinámico estará a la altura de lo que se espera de un Mazda.
