Dos meses conduciendo un taxi electrico

«Cada día que pasa estoy más contento de haberme comprado un coche eléctrico», asegura con rotundidad Roberto San José, el dueño del primer taxi eléctrico de España, que circula por las calles de Valladolid desde hace dos meses. El modelo es un Nissan Leaf como ya informamos en su día, y constituye el primero y de momento único taxi eléctrico que circula por España. Roberto explica que la principal ventaja es el ahorro que ofrece, aunque también destaca la suavidad de la conducción y su comodidad.

«Antes gastaba unos 400 euros al mes en gasolina y ahora alrededor de 40 euros en electricidad, es un ahorro brutal», remarca el taxista, quien añade que esta reducción de los gastos es especialmente importante en una época en la que «el trabajo ha bajado y los ingresos también». Asimismo, recalca que un coche eléctrico también tiene menos gastos de mantenimiento porque «sólo hay que cambiar las zapatas, el filtro del polen y el del aire acondicionado».

«Igual es un poco más caro que otros coches, pero luego lo vas a amortizar porque no es algo para un año o dos, es para mucho más tiempo», destaca. Así, indica que con el anterior taxi que conducía, sólo en cuatro años y medio ha consumido más de 30.000 euros en gasóleo.

Pero la parte económica no es lo único que San José valora. «El balance es positivo cien por cien, la única pega es que tiene una autonomía de 120 kilómetros, que para un taxi es un poco limitada, pero es cuestión de organizarse y adaptar los horarios de trabajo y los descansos», explica. En su caso, indica que, en lugar de hacer jornadas tan prolongadas como antes, para dos horas a mediodía para comer, en las que aprovecha para cargar la batería en su casa, y hace lo mismo a la hora de cenar.

San José explica además que “la autonomía es relativa” y que él ha llegado a recorrer 150 kilómetros en ciudad con una carga completa. A diario no tengo ningún problema, aunque sí el fin de semana porque la jornada de trabajo es más larga pero me apaño parando más tiempo a la hora de cenar”

El taxista reconoce que, en estos dos meses, su vehículo ha llamado mucho la atención de los clientes. “La mayoría se cree al principio que es un híbrido, pero cuando llevan un rato se dan cuenta de que es un coche eléctrico, sobre todo por el silencio, y como es muy novedoso me preguntan mucho”, comenta con una sonrisa.

Su experiencia le hace mostrarse convencido de que “De aquí a un par de años, cuando otros taxistas vean que no tiene ningún problema y que funciona bien, van a empezar a echar sus números y va a tener más gente taxis eléctricos”. A este respecto, recuerda que «pasó lo mismo con los híbridos” y ahora ya hay medio centenar de taxis de estas características por las calles de Valladolid.

Un excelente ejemplo en una ciudad pequeña y supongo que con pocos atascos. En una ciudad como Madrid con un centro atascado con innumerables paradas y semáforos el ahorro debe ser mucho mayor. Se perderá alguna carrera por la autonomía, pero yo creo que compensa. En Madrid el 17% de los vehículos que circulan por el centro son taxis. La eliminación del diésel en este sector reduciría mucho la contaminación, y ya el paso al sector eléctrico sería un gran avance.

Ademas el Ayuntamiento debería promover postes de recargas exclusivos para taxis en paradas importantes. 30 minutos esperando un cliente no es nada extraño y sería suficiente para recargar la batería para otros 120 km.

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Fuente:
El Mundo