El prestigioso diario Forbes ha dedicado una editorial a analizar el futuro a corto y medio plazo de Tesla, analizando tanto las posibilidades de lograr el éxito como las de fracasar en su intento por convertirse en un fabricante de coches eléctricos a nivel masivo. En este informe se analiza el valor actual de la compañía, su posible evolución en los próximos meses, pero también los muchos desafíos a los que se tendrá que enfrentar si quiere lograr cambiar unos números rojos casi crónicos por unos verdes que le permitan completar su ambicioso proyecto.
El principal reto al que debe enfrentarse Tesla es el aumento de su producción, una producción que actualmente apenas alcanza las 10 unidades semanales y que según los planes de Tesla, debería llegar a las 5.000 unidades antes de final de año para dispararse hasta las 20.000 unidades el próximo ejercicio, lo que supondrá pasar de la producción actual a unas 40 unidades semanales, hasta las 375 antes del último trimestre.
Pero hay varios impedimentos que están evitando la aceleración de la producción, como el retraso de las entregas de algunos suministradores, y también la obsesión por un control de calidad pensado para que nada falle, pero que ahoga la producción hasta niveles peligrosos según Forbes.
Otro aspecto que pone en duda el futuro de la marca es que Tesla ha aprovechado una posición más avanzada de su tecnología frente a los fabricantes tradicionales, una ventaja que poco a poco se irá reduciendo según estos constructores, como BMW o Audi, vayan avanzando en sus proyectos y lancen nuevos y cada vez más interesantes productos que poco a poco irán recortando sus diferencias con los de Tesla, aprovechándose de sus vastos recursos lo que podrían terminar por adelantar a la tecnología del fabricante californiano muy limitado económicamente.
Por lo tanto, Tesla está en estos momentos en la cresta de la ola mediática, gracias a un producto fantástico varios años por delante de los prototipos de los grandes fabricantes, pero es una distancia que no durará para siempre y entonces Tesla tendrá que competir de tu a tu con los grandes fabricantes.
La situación económica de Tesla depende en gran medida del aumento de la producción de Model S, una producción que le debería permitir comenzar a cumplir con la devolución de los préstamos valorados en 465 millones de dólares entregados por el Departamento de Energía de los Estados Unidos, unas devoluciones que comenzarán este mes de diciembre, un momento en el que Tesla necesitará una fuerte entrada de líquido para poder atender a estos compromisos.
Según Forbes, 2013 será el año donde Tesla podría lograr entrar en beneficios gracias a la reducción de gastos en departamentos como I+D y donde se logre rebajar los costes de fabricación de forma significativa, un año crucial donde Tesla necesita lograr la liquidez suficiente para lograr poner en marcha la tercera parte de su plan de expansión.
Este contempla la llegada de la primera variante del Model S, el todocamino Model X, y además con la vista puesta en el 2014 el desarrollo de la nueva plataforma destinada a la creación del que será el gran proyecto de Tesla, una berlina económica que competirá con el BMW Serie 3 y que debería disparar la producción y las ventas.
Tesla Model X |
Pero para entonces Tesla ya tendrá mucha más competencia y tanto Nissan, con la nueva generación del Leaf, más económica y con mayor capacidad, como BMW, Infiniti, Chevrolet, Mercedes..y otros muchos más, tendrán sus productos en un mercado que n mirará casi exclusivamente hacia California para buscar coches eléctricos de calidad, y un momento donde Tesla deberá demostrar que no está a la cabeza por casualidad dando un nuevo paso adelante que deje a la competencia atrás.
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Fuente | Forbes
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