El coche eléctrico que no teme el frío

Las bajas temperaturas son unas de las grandes enemigas de la autonomía de los coches eléctricos, son responsables de la pérdida de hasta un 30% de la autonomía por culpa de la climatización tanto de las propias baterías, como del habitáculo. Además lo normal es que en invierno tengamos menos horas de luz, y por lo tanto nos veamos obligados a dar más uso a las luces de cruce. Para solucionarlo, se han propuesto diferentes soluciones, de pre-calentadores hasta lo que nos llega desde tierras japoneses, un sistema que funciona incluso en los ambientes más gélidos, como las montañas de la estación de montaña de Sapporo.

El diseño es obra del instituto tecnológico de Hokkaido, que ha presentado un prototipo especialmente pensado para soportar las más bajas temperaturas para que estas no tengan repercusión sobre la autonomía. Para lograrlo, además de un interior especialmente aislado, han montado un sistema de luces LED, que ayudan a mejorar la seguridad y reducir el consumo eléctrico.

Pero la solución más importante la encontramos en un pequeño generador situado debajo de las baterías y que funciona quemando GLP (gas licuado del petróleo)

Este hace las veces de generador, recargando las baterías cuando el conductor lo crea necesario, lo que hace aumentar nuestro alcance de forma importante, eso si, a costa de una mayor complejidad mecánica, de peso y de mantenimiento, ya que es de suponer que este motor también estará supeditado a las dichosas revisiones periódicas.

El resultado es un coche eléctrico convertido en un extensor de autonomía sin grandes modificaciones mecánicas y que nos permite movernos por lugares donde las temperaturas alcances cifras extremadamente bajas en estos meses de invierno, aunque muchos encontrarán este sistema una buena alternativa ante la ausencia de puntos de recarga en nuestras ciudades, incluso donde el clima es más benigno.

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Fuente:
Gas2