Mercedes G-Electric, la conversión más dura

Si antes hemos visto la conversión del más pequeño de la gama Mercedes, el Smart ForTwo, ahora le toca el turno al más bestia de todos, el Mercedes Clase G, que ha visto como gracias a unos ingenieros holandeses, ha pasado de ser uno de los modelos menos eficientes, a circular silenciosamente con electricidad.

Los artífices de esta maravilla han sido los diseñadores de los motores en rueda del autobús con genes españoles, el Arctic Whisper, que lleva desde el pasado año funcionando en la localidad sueca de Umea. Pero en lugar de un autobús, esta vez los dos motores en rueda han sido instalados en el Mercedes, con un resultado impactante.

Con un par motor de nada menos que 2.500 Nm cada rueda, el G-Electric dispone de una fuerza bruta descomunal, mientras que el tamaño del cuerpo, le permite alojar los 25 kWh de su batería en los bajos, dejando espacio de sobra para cualquier configuración, tanto para instalar un motor de gasolina para convertirlo en un eléctrico con extensor de autonomía, o una pila de combustible de hidrógeno.

Desconocemos datos como la autonomía o la velocidad punta, pero las referencias de estos motores en sus aplicaciones en autobuses eléctricos nos indican que se trata de motores especialmente eficientes, por lo que es de esperar que a pesar de que un todoterreno de estas características no es el mejor ejemplo de eficiencia, estamos seguros que habrá logrado unas buenas cifras.

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