Está claro que Toyota no confía demasiado en las actuales baterías de litio, algo que demuestra con una total ausencia en su gama que sólo cuenta con dos excepciones, la versión europea del Toyota Prius Plus, y la variante eléctrica del Rav4 que para más precisión lleva una batería de Tesla.
Esto podría tener varias explicaciones, principalmente la de que hasta ahora apenas hay negocio en los coches eléctricos y que las ventas de híbridos marcha mejor que nunca, pero también por el limitado rendimiento de las baterías de litio que de momento para Toyota no están preparadas para el transporte personal. Pero eso no quiere decir que en los laboratorios del fabricante japonés estén de vacaciones, todo lo contrario, y según las últimas informaciones se encuentran en pleno desarrollo de nuevos tipo de batería que promete revolucionar la automoción tal como la conocemos.
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| Rav4 EV, el único modelo eléctrico de Toyota con baterías de litio a la venta |
Son dos tipos de baterías, una que sustituye el electrolito líquido que se encuentra en las actuales baterías de iones de litio, por un material sólido, lo que entre otras cosas permite el diseño de unas celdas con una mayor estabilidad en un cuerpo más reducido, al mismo tiempo que permite trabajar con potencias de entre tres y cuatro veces mayores que las actuales baterías de litio.
La segunda alternativa es una batería de litio-aire, un tipo de acumulador mucho más sencillo que las actuales baterías donde el cátodo de litio se reemplaza con uno que interactúa con el oxígeno. El resultado son baterías con densidad energética cuatro veces mayor que las actuales, pero también mucho más baratas, una prometedora tecnología que necesitan resolver uno de sus grandes problemas, su limitada vida útil, ya que esta esta es muy inferior a la de las baterías disponibles en estos momentos.
Son varios los equipos de investigación que han centrado sus esfuerzos en las baterías sólidas, pero parece que Toyota ha logrado colocarse a la cabeza para lograr una batería que permita además de una autonomía similar a la de un coche con motor de combustión, también que pueda acceder a recargas mucho más rápidas sin sufrir pérdidas de capacidad por este uso.
Como siempre la pregunta es la fecha, y según Toyota su comercialización comenzará en el 2020, por lo que estamos hablando ya de la tercera generación y que según la estimación de mejora, si la segunda generación que se espera para el 2015 nos proporcionará autonomías de unos 300 kilómetros con cada carga, las baterías de Toyota no deberían bajar de los 600 kilómetros.
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