En los últimos años hemos visto como las ventas de coches eléctricos en el mundo han ido creciendo, pero con algunas excepciones como Noruega, todavía son residuales comparadas con las logradas por los modelos con motor de combustión, una cuota de mercado que en los Estados Unidos ha alcanzado el 2%, pero que a finales de la década apenas crecerán hasta el 3%.
Pero la pregunta es que tiene que suceder para que estas ventas se incrementen de una forma mucho más rápida y el coche eléctrico sea una elección para cada vez más compradores. Muchos pensaréis que es una cuestión de autonomía y precio, pero a pesar de que son de los que más peso tienen hay más factores que influirán en el crecimiento de este sector.
Precios baterías
Por supuesto el precio es la principal barrera para la mayor parte de los compradores, ya que el coste respecto a sus equivalentes con motor de combustión son muy elevadas y es que sólo la batería puede ser más costosa que algunos coches del mercado. Pero la evolución del coste del kWh marca una clara bajada con el paso de los años, y si hace apenas cuatro años este rondaba los 700 dólares, para finales de la década las previsiones son de que alcance un precio de unos 200 dólares, 3.5 veces menos que permitirán lograr precios mucho más competitivos.
Puntos de recarga
Pero incluso con una batería de poca capacidad, el conductor puede mejorar su seguridad de alcanzar su objetivo si cuenta con una buena infraestructura de recarga, un factor tan importante como el precio o la capacidad de las baterías y que no está siendo muy bien tratado en Europa, donde con excepciones como la propia Noruega o Estonia, la presencia de puntos de recarga es muy débil y poco visible, e incluso en lugares como nuestro país, estos puntos no disfrutan de un buen mantenimiento y como ejemplo tenemos que la mitad de los puntos de recarga de Madrid no están operativos, y eso en el mejor de los casos ya que casi todas la capitales de provincia y alguna capital de región, no tiene ni un solo punto de recarga público.
Los precios de los carburantes
Es una ley no escrita y una triste realidad, cuando suben los carburantes aumenta el interés de los consumidores en alternativas, y es por eso que la subida o bajada de los carburantes en los próximos años puede ser otro de los factores que afecten a las ventas de coches eléctricos.
Programas de ayudas
Sin duda es otro de los puntales del coche eléctrico, sobre todo en una primera fase donde los precios de la tecnología son muy elevados por una simple cuestión de economía de escala, un lugar donde las administraciones tienen que saber aportar su granito de arena con unas ayudas que si bien no son muy populares entre toda la población, son imprescindibles a corto y medio plazo. Pero además de proporcionar ayudas los gobiernos deben ofrecer un marco estable a los fabricantes, y como ejemplo volvemos de nuevo a España donde este sistema debe renovarse todos los años, con la incertidumbre que se crea en los meses que estas no están activas, e incluso el temor de los compradores que se acercan cuando estas están llegando a su final.
La gente debe probar los coches
Puede que sea la más minusvalorada, pero una de las más importantes y es que no hay nada como probar un coche eléctrico para conocer de primera mano sus bondades, una experiencia realmente enriquecedora que sorprende a todos aquellos que se suben por primera vez a uno de estos coches y quedan sorprendidos por su silencio, aceleración y economía de funcionamiento, un momento en el que a muchos deja de importarles tanto la autonomía y el precio.
Por lo tanto al coche eléctrico le queda mucho trabajo por delante, un trabajo que abarca muchos protagonistas que van desde los fabricantes, vendedores y administraciones, todos deben romar en la misma dirección para reducir lo antes posible nuestra dependiencia del petróleo y traer el coche eléctrico a nuestras calles lo antes posible.