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El fracaso del coche eléctrico en Galicia: 40 millones de euros ¿perdidos?

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Hace ya unos días nos hemos despertado con una noticia de portada del diario La Voz de Galicia. Se trataba de un artículo que trataba de forma casi apocalíptica el fracaso del coche eléctrico en Galicia, donde millones de euros habían sido invertidos en su promoción.

El resultado son unas matriculaciones ridículas, unas infraestructuras infrautilizadas, y proyectos sin concretar. Se pone como ejemplo los 250 millones de euros prometidos como inversión de la planta de baterías de Mitsubishi, un proyecto que tendrá que esperar a tiempos mejores por las bajas cifras de ventas en el sector. Pero la pregunta que nos hacemos es ¿ha sido todo culpa del coche eléctrico?

 

punto de recarga chademo

La respuesta la tenemos que mirar como siempre fuera de nuestras fronteras. Estados como Noruega, primer productor de petróleo de Europa, han apostado por el mismo tipo de coches eléctricos que tenemos a nuestra disposición en los concesionarios de España, con sus limitaciones y precios. Las inversiones en el país nórdico son muy fuertes, en torno a los 6.000 euros/año por coche, algo que choca procediendo de un país que gran parte de su economía procede precisamente de la venta de petróleo.

No es el único ejemplo. Holanda, Suiza, Bélgica, Francia, las ventas en mayor o menor medida multiplican por mucho a las cifras de ventas de coches eléctricos que estamos logrando en España. Incluso Alemania, fuertemente apegados a su industria de la automoción y sin ayudas estatales a la compra, está matriculando más coches eléctricos que nuestro país.

El fracaso del coche eléctrico en Galicia

nissan leaf santiago

Pero volvemos a la cuestión principal. Galicia ha gastado entre el 2011 y el 2013 un total de 40 millones de euros en la promoción del coche eléctrico. Un dinero que ha sido invertido en programas como el Mobega. Un sistema que ha permitido a miles de personas tener su primera experiencia con un coche eléctrico, ya sean alquilando uno, o simplemente recibiendo la visita de una persona que ha arrendado una unidad. Este precisamente era el principal objetivo del programa, la promoción de la movilidad eléctrica.

La segunda cuestión son las infraestructuras de recarga. Precisamente al amparo de Mobega las principales ciudades gallegas han visto como se desplegaban una red de puntos de recarga puntera, con tomas de modo 3, CHAdeMO e incluso tomas para modelos como el Renault ZOE que todavía no había llegado al mercado. De estas estaciones, la mayor parte de ellas han sido desmanteladas o están desactivadas. Se trata de una inversión que no se ha perdido, y que según la Xunta de Galicia, se esperan tiempos mejores para volver a ponerlas en marcha.

No hay que olvidar tampoco que la Comisión Europea ha marcado unos mínimos de puntos de recarga a los estados. Y a España le corresponden 82.000 estaciones. Un objetivo que a pesar de todo estamos muy lejos de alcanzar.

[blocktext align=»left»]El fracaso del coche eléctrico en España es una cuestión para ser analizada en profundidad. ¿Es la crisis la única culpable?[/blocktext]

Se habla también de la oportunidad perdida de captar la inversión de Mitsubishi para su planta de baterías. Pero la cuestión es que esta inversión no ha ido a parar a otro lugar, y el fabricante japonés espera también tiempos mejores para crear una instalación que ahora mismo carece de sentido. Pero al igual que los puntos de recarga, la semilla se ha sembrado y ahora es cuestión de esperar a que el fabricante japonés seleccione España para una instalación estratégica.

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Se hace mención también del caso de las furgonetas eléctricas de Citroën y Peugeot. Dos modelos esperados por el sector industrial que serían ensambladas en Vigo. dos modelos que no han comenzado su fabricación, incluso a pesar de los 14 millones gastados por la administración para que llevasen el distintivo de Galicia, algo totalmente innecesario que responde a las presiones de PSA, su inacabable sed de dinero público, y su constante chantaje con la amenaza de marcharse de Vigo.

Pero precisamente estas furgonetas deberían llevar baterías de sus socios de Mitsubishi. Pero un problema en la cadena de producción en la planta situada en Japón, que hemos visto hace unas semanas, ha provocado un parón en la producción de celdas y que no ha permitido a PSA comenzar la producción de sus modelos. Aunque las bajas expectativas de ventas también podrían estar detrás de su la congelación de este proyecto.

¿El culpable?

Se remata el artículo con la siguiente conclusión.

«Con estas previsiones, ¿qué sentido tiene que el Gobierno vuelva a comprometer 10 millones para incentivar la compra de este tipo de coches en el 2014 si, además, los único clientes son las Administraciones?»

Una frase que resume la absoluta falta de rigor de esta sensacionalista noticia. ¿De verdad un periodista se puede preguntar el por que de invertir en una tecnología que nos puede hacer mejorar como sociedad? Entonces también nos tendremos que empezar a preguntar el por qué de las ayudas a fondo perdido del gobierno gallego a los periódicos como el que suscribe esta noticia. Pero es algo que nosotros no haremos.

Evolución de las ventas de coches eléctricos en Estados Unidos
Evolución de las ventas de coches eléctricos en Estados Unidos. Crecimiento del 200% anual

En algo estamos de acuerdo, el sistema de ayudas no perfecto. Debería estar mejor gestionado. Pero la promoción e incentivación de la movilidad eléctrica debe ser una cuestión estratégica debido a la tremenda dependencia energética externa de nuestro país. A medio plazo la inversión en esta industria será cada vez más importante, y será entonces cuando veamos que las inversiones van para otro lado y nos preguntemos, por qué no hemos hecho nada? como proponen en el artículo.

Por lo tanto, el fracaso del coche eléctrico en Galicia es una realidad, apenas 15 unidades matriculadas este 2013. Pero ahora la cuestión en sentarse y pensar como mejorar esas cifras, y no pedir que se frene la inversión y se eche el cierre a un sector como hemos dicho, estratégico para España.

Fuente | La Voz de Galicia

 

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