Esta semana no es una semana cualquiera. Dos de los más importantes e influyentes fabricantes presentarán en España sus propuestas en el sector del coche eléctrico. Volkswagen y BMW enseñarán en España sus primeras propuestas en el sector.
El primero que podremos ver será el BMW i3, que llegará a los concesionarios el jueves. Uno de los eléctricos más mediáticos que tendrá que comenzar a justificar las fuertes expectativas creadas a su alrededor. El i3 llevará el apelativo de «el primer coche eléctrico de BMW». Una distinción que no le asegura el éxito, y del que vamos a analizar su pros y contras.
BMW i3: puntos positivos
El i3 llega de la mano de una potencia considerable, 170CV, y una cifra de peso poco común en el segmento de los coches eléctricos. Esta combinación convierten al más pequeño de la gama BMW en todo un GTI capaz de alcanzar los 100 km/h en apenas 7.2 segundos.
Parte de la culpa la tiene un cuerpo fabricado en plástico reforzado con fibra de carbono. Un elemento tan efectivo como mediático y que casi siempre suele aparecer cuando hablamos del coche. Esto sumado al uso de aluminio permite al i3 disfrutar de una cifra de peso de apenas 1.195 kilos, apenas 7 kilos por caballo, una relación excelente para un eléctrico.
Otro de los puntos positivos es que el i3 llegará con dos versiones. Una totalmente eléctrica, y la otra dotada de un extensor de autonomía. De esta forma cada cliente podrá adaptar su compra a las necesidades, presupuesto y sobre todo, a la infraestructura de recarga de su zona.
La autonomía del BMW i3
La autonomía del BMW i3 será otro de los puntos fuertes. 190 kilómetros para la versión eléctrica según el ciclo NEDC Pero como todos sabemos, el ciclo europeo tiene menos validez que una predicción de un vidente . BMW es consciente de esto y ha publicado lo que ellos han logrado en condiciones reales.
Una cifra de autonomía real para el i3 que se queda entre 130 y 160 kilómetros. Además en caso de necesidad podremos poner en marcha un modo «fantasma» que reduce a la mínima expresión el consumo eléctrico del vehículo para permitirnos exprimir la energía de la batería y superar los 210 kilómetros con una carga.
Puntos negativos
Pero el BMW i3 también tiene puntos negativos. El principal es el precio. Desde 35.5000 euros antes de ayudas para un compacto de 4 metros parece mucho dinero, 39.990 euros para la versión con extensor de autonomía. Pero bueno, hablamos de BMW no de Dacia, por lo que el precio no debería ser un impedimento para que logre sus objetivos.
Otro de los puntos más controvertidos es el diseño. Una apariencia que rompe totalmente con el aspecto de BMW, y que es un arma de doble filo. Este le permite distinguirse perfectamente que es un modelo eléctrico. Pero por otro lado cuando un fabricante se sale de lo normal, suele correr un riesgo.
[blocktext align=»left»]El escaso maletero será su principal problema, sobre todo de cara al mercado familiar[/blocktext]Por otro lado se está viendo que el cliente del i3 es un cliente diferente. Según un estudio publicado por BMW hace unas semanas, los compradores que se están interesando en el i3 en un porcentaje bastante elevado proceden de otras marcas. Clientes que pisan por primera vez un concesionario de BMW precisamente atraídos por un producto diferente.
Pero el gran punto negativo del i3 es su escaso maletero. Un espacio de apenas 260 litros que se ve sacrificado por un diseño pensado para la versión eléctrica y la dotada de extensor de autonomía. Lo normal sería que la segunda disfrutase de menos espacio en la zona de carga para albergar el motor que extiende su autonomía, pero BMW ha tomado la salomónica decisión de que el diseño sería igual para ambos modelos. Para nosotros un grave error que le restará muchas ventas.
Conclusión
De momento los números parece que cuadran. 9.000 reservas para una producción de 10.000 unidades el primera año, y eso antes de abrir el plazo de reserva en los Estados Unidos. Un mercado donde se esperan lograr incluso más ventas que en Europa.
El i3 no se lo comprará el que quiere un coche eléctrico. Se lo comprará el que quiere un i3, y lo hará por razones muy variadas. Entre ellas la diversión de su conducción, lo diferente de su diseño, y como no, el logo que lleva en su delantera.
La gran pregunta que pasará después. Una vez superada la primera fase donde se atiendan las demandas de los más impacientes, y el BMW i3 tenga que enfrentarse al mercado de los menos entusiastas. Algo para lo que de momento nadie tiene respuesta, y de lo que dependerá en gran medida del apoyo mediático que BMW preste a su modelo, ya que de poco importa una fuerte campaña inicial, si después se abandona a su suerte.
Prueba del BMW i3
Este jueves tendremos ocasión de probar por primera vez el BMW i3, por lo que si tenéis alguna duda sobre el vehículo, o alguna pregunta para los responsables de BMW, podéis dejarlas en este mismo artículo.
Fotos | Autobild
