A mediados del pasado año, General Motors anunciaba que se encontraba trabajando en una batería revolucionaria. En colaboración con Envia Systems, la idea era crear un coche capaz de recorrer más de 300 kilómetros, y además hacerlo con un precio competitivo que llevaría el coche eléctrico a las masas.
Parecía demasiado bonito para ser cierto, y así ha sido. GM ha anunciado la disolución del acuerdo con Envia Systems. Al parecer esta no ha logrado cumplir con las promesas de una batería que rompería con el mercado. Pero eso no es todo, ya que según parece Envia ha estado utilizando tecnología robada a otros desarrolladores, la gota que ha colmado el base de la paciencia del fabricante norteamericano.
Según los detalles de la historia, Envia ha estado utilizando tecnología comprada, prestada y directamente robada de otras empresas. Para más complicaciones lo ha estado haciendo bajo la mirada de General Motors, y con dinero público de por medio dentro del programa APRA-E.
Una guerra civil en Envia que ha terminado por destapar los trapos sucios y que ha tenido como resultado la finalización del acuerdo con General Motors. De paso también ha terminado con el sueño de millones de conductores, que esperaban que esta batería revolucionaria fuese el avance definitivo para un coche eléctrico accesible.
Vía | Gigaom
