A punto de llegar los primeros Tesla Model S taxi

Muchos nos hemos preguntado como sería el comportamiento de un Model S como taxi, una berlina totalmente eléctrica capaz de recorrer más de 400 kilómetros con cada carga y que sobre el papel parece perfecta para este trabajo.

Pues la respuesta nos llega desde varias empresas del taxi de los Estados Unidos que comenzarán un programa de pruebas con una unidad del Model S para saber de primera mano el potencial del Tesla a la hora de trabajar en este sector, y comprobar de esa manera tanto si está preparado para atender las necesidades de movilidad utilizando solamente electricidad como combustible, además de ver la reacción del agente al ser recogidos en un taxi eléctrico.

Strack Transportation situada en Los Ángeles, será la primera en contar con un Model S como taxi, una prueba piloto que como hemos dicho deberá responder a las preguntas como la autonomía diaria, además de otro de los factores fundamentales para determinar la rentabilidad de este, la vida útil de las baterías.

Sin duda a nivel de autonomía el Model S debería ofrecer una solución al sector del taxi, algo que puede sumar la red de supercargadores que en apenas unos minutos le permite recuperar gran parte de su carga, un factor fundamental que en una primera fase limitará la expansión del Tesla como taxi a zonas donde dispongan de esta infraestructura.

Pero sin duda lo más interesante de esta prueba es que decenas de personas cada día podrán sentir por unos minutos lo que supone sentarse en un Model S y disfrutar de su silencio, algo que ayudará a mejorar la percepción de los coches eléctricos en general y que poco a poco van ganando terreno a los modelos con motor de combustión.

Economía

Pero lo primero que viene a la cabeza de un taxista es el apartado económico y es que los 83.127 euros que costará la versión de 85 kWh en España no son una cifra fácil de amortizar con un taxi, a pesar de la mayor eficiencia de estos.

Comparemos esta cifra contra un Mercedes Clase E, un modelo bastante popular entre algunos taxistas que necesitan o quieren un modelo de gama alta, una berlina muy apreciada por el gremio que de media ronda los 65.000 euros, y que en su versión diésel promedia unos 7.9 litros cada 100 kilómetros.

Por su parte el propietario del Tesla tendrá que desembolsar los 83.127 euros para hacerse con la versión dotada de la batería de 85 kWh, y contar con un consumo real medio de unos 22 kWh cada 100 kilómetros aproximadamente.

Tomamos para los cálculos un conductor que recorra unos 250 kilómetros diarios de media seis días a la semana, lo que nos da un total de 72.000 kilómetros al año, y que después de 5 años ha recorrido 360.000 kilómetros.

Con el diésel a 1.35 euros el litro, pensando en que ni subirá ni bajará en estos cinco años, el conductor del Mercedes gastará solamente en combustible un total de 38.394 euros, sin contar con el mantenimiento mecánico. Por su parte el Tesla después del mismo tiempo y tomando como medida el precio más elevado del kWh, 0.18 euros, habrá supuesto un gasto para su propietario de unos 14.200 euros en electricidad, una cifra que como decimos podríamos rebajar contratando una tarifa nocturna.

La red de supercargadores, un arma casi imprescindible para el Model S

Por lo tanto el Mercedes después de cinco años y 360.000 kilómetros habrá costado un total de 103.394 euros, mientras que el Model S habrá supuesto para su propietario sumando el precio y la electricidad un total de 97.327 euros, lo que supone un ahorro de 6.000 euros respecto al Mercedes a lo que tendríamos que sumar el mantenimiento mecánico, que no es precisamente económico en el modelo alemán.

Por supuesto estos son unos cálculos extremadamente sencillos donde nos falta por conocer un dato fundamental, el comportamiento de la batería del Model S a largo plazo, un aspecto que precisamente los programas como el de Los Ángeles servirán para sacarnos de dudas y saber si realmente el Model S tiene su sitio como taxi.

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