El pasado año un grupo inversión se hizo con los restos del fabricante sueco SAAB. La idea de los nuevos propietarios era aprovechar parte de los recursos ya disponibles, pero darle una vuelta de tuerca a la oferta lanzando una gama de coches totalmente eléctricos.
Después de muchos meses de pruebas, incluyendo el ensamblado de varias unidades con motor de combustión, en breve comenzará la producción de las primeras unidades eléctricas del 9-3. De momento los responsables del proyecto están guardando con mucho cuidado las características técnicas, pero se estima que el primer eléctrico de la nueva era SAAB contará con una autonomía de unos 280 kilómetros.
Por supuesto, hay que coger estos datos con pinzas ya que los coches todavía no han sido fabricados, ni por supuesto, probados. El responsable de comunicación de NEVS, propietaria de SAAB, ha afirmado que cuentan con grandes expectativas de ventas en países como la propia Suecia, Holanda y Noruega.A pesar de todo, las primeras unidades estarán destinadas al mercado chino, que será la prioridad para este nuevo fabricante.
La producción hasta el momento está siendo a cuentagotas. Apenas dos o tres unidades por semana de la versión con motor de combustión. No será hasta el mes de abril cuando el ritmo se acelere, y comience a alcanzar unas cifras más interesantes. La gran pregunta es como harán los nuevos propietarios para realizar la distribución del nuevo SAAB. La vieja red estaba compuesta por más de 4.000 puntos de venta, pero estos en su mayor parte han cerrado o se han reciclado con otras marcas.
La venta por internet puede ser una de las soluciones en un primer momento. Pero una vez que se venda el coche, queda la cuestión del servicio post-venta. Aquí es donde podremos encontrar el mayor problema para ver un SAAB eléctrico por nuestras carreteras, un modelo con un planteamiento interesante, pero que necesitará un esfuerzo titánico para recuperar parte del tiempo perdido.
Vía | Saabblog