El titular lo dice todo. De los 10 millones de euros asignados como ayuda a la compra de coches eléctricos, el pasado 2013 apenas se ha llegado a usar 4 millones de euros. Un síntoma de que algo se está haciendo mal, muy mal.
En total estos 4 millones de euros han servido para reducir el coste de 860 operaciones. Según fuentes del portal VozPópuli, la mayor parte de ellas realizadas por los propios fabricantes, que han matriculado cientos de unidades para sus concesionarios, que luego han sido vendidas como modelos de demostración o km0.
Pero ¿cual ha sido el problema? ¿Cómo es posible que en 2012 se hayan terminado los 10 millones de euros antes de tiempo, y en 2013 no se llegase a superar el 40% de esa asignación?. Uno de los principales motivos es la exclusión de las motos eléctricas del plan. Un primer error que ha cerrado parcialmente las puertas a un pujante segmento, que se ha visto desplazado presuntamente por presiones de los grandes fabricantes, y que desde el Ministerio se ha excusado diciendo que es un sector que ya no necesita ayudas.
Otro error ha sido el sistema de ayuda. Este obligaba al comprador a adelantar el total del coste del vehículo, y esperar pacientemente a recibir la transferencia. Otro absurdo que parece que este año han corregido, y que además de asustar al cliente a la hora de la compra, evita que los concesionarios puedan mostrar el precio con ayuda incluida.
La última parte que el Ministerio debería mejorar es la duración del programa. No puede ser que contando con fondos, el programa tenga una duración de 8, 9 o 10 meses. Este debería ser anual, y evitar la incertidumbre de vendedores y compradores al no saber si habrá o no fondos. Hasta que se solucionen estos aspectos, las cifras de ventas de coches eléctricos en España serán marginales.
Algo que parece que a muchos dentro de la propia industria no les importa, y que puede ser la explicación a esta desidia por parte de las administraciones.
La buena noticia es que en pocos días el gobierno aprobará los presupuestos para este año. En estos además de la retroactividad desde el mes de enero, también contempla el pago por adelantado y gestionado por los concesionarios de estas ayudas. Pero esto no supondrá una avalancha de compras, ya que la confianza del consumidor todavía está muy tocada por chapuzas anteriores.
Vía | Vozpópuli