Los cambios en las tarifas eléctricas en España, penalizan el desarrollo de la infraestructura de recarga rápida
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Publicado: 05/06/2014 10:17
Esta semana ha tenido un interesante encuentro al que han acudido cargos muy relevantes en el mundo del coche eléctrico en España. Entre ellos Luis Valerio, director de vehículo eléctrico de Renault Iberia, David Garcia Pardo, de Movilidad Verde de Iberdrola, o Enrique Monasterio, director general de IBIL.
En este encuentro se ha hablado de la situación de la movilidad eléctrica en nuestro país. Un sector que está sufriendo de forma muy especial las últimas reformas del gobierno. Como ejemplo la subida de tarifas de peajes eléctricos, que ha supuesto un encarecimiento brutal de los términos de potencia a pagar por los operadores.
Esto afecta de forma muy especial a la infraestructura de recarga rápida. Según Enrique Monasterio, cada estación ha pasado de pagar de término fijo de potencia 1.500 euros/año el pasado 2013, a los 4.000 euros/año este 2014. Un incremento desproporcionado e injustificado, que no hace otra cosa más que frenar el despliegue de unas infraestructuras con pocos usuarios.
Las ayudas a la instalación de puntos de recarga es otro tema a tratar. Según el director general de IBIL, este aspecto fundamental en el correcto despliegue del coche eléctrico apenas ha contado con la atención de la administración. Unas ayudas que no están homogeneizadas entre las diferentes comunidades, y que pueden ser del 20 o del 40%. El problema es que cuentan con un tope máximo, lo que supone que cuando se llega a los 200.000 euros en tres años, ya no se pueden solicitar más. Otra forma de limitar la inversión en este sector.
Otro de los aspectos imprescindibles a modificar es la recarga nocturna. Un espacio donde el coche eléctrico podría sacar un enorme partido, mejorando la rentabilidad de energías como la eólica. Según Luis Maqueda responsable de Transporte, Distribución y Calidad del Servicio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)
«Bajo nuestro punto de vista, la punta de consumo es la encargada de pagar las redes. Por lo tanto si realizamos una recarga nocturna, esa red ya debería estar pagada, por lo que el coste debería ser prácticamente gratuito».
A esto hay que añadir que la actual red eléctrica está preparada para acoger a cientos de miles de coches eléctricos. Incluso para dar servicio a 2 millones de coches eléctricos para el 2020. Esto nos indica que la red no necesita realizar inversiones urgentes para adaptarse al coche eléctrico, lo que hace injustificable cualquier política pensada para limitar su expansión.
Por supuesto, no vamos a añadir la necesidad de adoptar sistemas de red inteligente. Un complemento perfecto para el coche eléctrico, que ya se está extendiendo con fuerza en otros países, mientras que en España avanza a un ritmo mucho más lento.