El gobierno británico, mediante su Oficina de Vehículos de Bajas Emisiones (OLEV) pondrá en marcha un plan de inversiones para crear la primera red de distribución pública de hidrógeno.
Este programa tendrá un presupuesto de 14 millones de euros. De estos, 8.8 millones irán destinados a la puesta en marcha de 7 nuevas estaciones de repostaje. Otros 2.5 millones de euros serán usado para la actualización de las estaciones existentes, quedando otros 2.5 millones que tendrán como destino la adquisición de 40 vehículos para uso por parte de instituciones públicas.
Esta operación nos sirve para conocer dos datos sobre esta tecnología. La primera el coste de la infraestructura, que como vemos, alcanza los 1.1 millones de euros por cada estación. Una cifra elevada, que nos indica la complejidad de este tipo de instalaciones. El otro dato es el coste de los vehículos. Haciendo una simple división, vemos que cada unidad saldrá por 62.500 euros. Un coste también bastante elevado.
Esto nos indica que el hidrógeno necesitará todavía más incentivos públicos que los coches eléctricos a batería. Para ello, el gobierno británico ha preparado un total de 630 millones de euros para el periodo 2015-2020, que se utilizarán para reducir el nivel de emisiones del transporte en Inglaterra.
Un ambicioso plan donde tanto coches a hidrógeno, como eléctricos y puntos de recarga, tendrán una oportunidad para reducir la distancia que les separa del gran público.
Vía | Telegraph