Ayer os hemos vivido uno de los momentos más intensos para los aficionados a los coches eléctricos. La presentación de Tesla de su nueva terminación D. Unas nuevas versiones que añaden a la berlina eléctrica más potencia, tracción total, e incluso más autonomía. Pero hay cosas que se han quedado en el tintero, o sin completar.
La primera es que el aumento de potencia es diferente según la versión que seleccionemos. Tesla no se ha limitado a instalar dos motores, y limitar la potencia en unas versiones y no en otras. Los modelos de acceso, el 60D y el 85D, dividen la potencia de los dos motores, lo que les permite disfrutar de una pequeña ganancia de apenas 4 caballos, pasando de 376 de la versión normal, a la 380 caballos de la D.
Esto les permite disponer de una mejor aceleración. En el caso de la versión 60D, alcanza las 60 millas por ahora en 5.7 segundos, dos décimas menos, mientras que el 85D lo hace en 5.2 segundos, también dos décimas menos que la versión convencional. La velocidad máxima también vive un incremento, pasando de los 193 y 201 km/h, a los 201 y 250 km/h de las versiones D.
Pero con el P85D la cosa es diferente. Tesla no ha dividido la potencia, si no que ha sumado la de dos motores. Tesla ha mantenido el motor de 470 caballos en el eje trasero, y ha añadido otro motor de 221 caballos en el frontal. En total 691 caballos que le permiten pasar de los 4.2 segundos hasta las 60 millas por hora, a unos estratosféricos 3.2 segundos, con una velocidad máxima que se queda en la misma cifra que el 85D, 250 km/h.
Autonomía Tesla Model S D
¿Y la autonomía? Sin duda una de las grandes sorpresas, ya que casi todos apostaban que se vería reducida. Pero en cambio, esta se ha visto incrementada, aunque de forma diferente en cada versión. Para esta ocasión Tesla nos muestra la autonomía lograda mediante una circulación constante a 104 km/h.
El 60D logra aumentar su alcance de los 335 kilómetros, hasta los 362 kilómetros. Una ganancia de 27 kilómetros, que no está nada mal para un modelo que añade otro motor, y más peso. La versión 85D por su parte pasa de los originales 426 kilómetros, a los 474 kilómetros. Esto significa una ganancia de nada menos que 49 kilómetros respecto a la versión de dos ruedas motrices.
Pero la cosa cambia cuando hablamos de la versión más potente. En este caso la ganancia de autonomía es bastante menor. Sigue siendo sorprendente que en lugar de perder, logre aumentar su alcance, que en este caso se queda en 442 kilómetros, por los 426 del modelo de dos ruedas motrices. «Sólo» 16 kilómetros.
A nivel de precios como habíamos dicho, En Estados Unidos la diferencia entre la versión P85 y la P85D será de 14.600 dólares, quedando la versión con dos motores en unos módicos 120.170 dólares. Por su parte, para la versión 85 y la 60, la diferencia con la versión de un sólo motor se reduce a 4.000 dólares, quedando la 85D en 85.070 dólares, y la 60D en 77.070 dólares.
La conclusión es que gracias a las nuevas versiones D, los Tesla pasan de muy interesante, a casi imprescindibles. Unas variantes capaces de alcanzar una mayor autonomía que las iniciales, que en el caso de la 85D puede llegar bajo el ciclo europeo hasta los 560 kilómetros con cada carga, que pueden acelerar más rápido, y que añaden la tracción a las cuatro ruedas.
Si todo esto no fuese suficiente, por otros 4.250 dólares, podemos añadir un pack que entre otras cosas incluye un sistema de piloto semi-automático, capaz de leer la carretera incluso en las condiciones de visibilidad más adversas, pero que también añade otros elementos más terrenales como siete años de actualización del servicio de navegación premium, luces delanteras LED, asientos regulables con memoria…
Fuente | Tesla
