Muchos conoceréis la historia de Coda. Una marca que falló en su intento por lanzar un coche eléctrico al mercado. Una propuesta con buenas intenciones, pero sepultada por grande errores de planificación, y algunos errores técnicos importantes.
Ahora un grupo de inversores quiere devolver Coda a la vida de la mano del Mullen 700E. La idea es aprovechar los más de 400 millones de dólares invertidos en el desarrollo del anterior modelo, pero puliendo algunos de los problemas de la anterior generación por ejemplo añadiendo nuevas baterías a la oferta existente.
La idea es mantener el aspecto y la plataforma ya creada, llevar la producción a China, e instalar unas baterías de mayor capacidad. En lugar de un acumulador de 31 kWh que montaba el Coda, el Mullen llevará una batería de 40 kWh, que aumentará hasta los 50 kWh en unos meses. El objetivo es lanzar un coche con una autonomía lo suficientemente interesante como para hacer olvidar a los consumidores los problemas de la anterior generación, y también un diseño bastante discreto.
Con la sustitución de la batería, y la adopción de unas llantas de 16 pulgadas en lugar de las llamativas de 17, el nuevo Mullen 700e será capaz de recorrer unos 290 kilómetros con cada carga, una cifra que llegará hasta los 320 kilómetros con la batería de 50 kWh. Cifras que sin duda pueden llamar la atención algunos compradores.
En cuanto al delicado tema monetario, los responsables de Mullen aseguran que podrán lazar una versión dotada del mismo precio que el Coda. Esto significa que antes de ayudas, el Mullen 700e rondará los 39.900 dólares. Lo malo es que por esa cifra en apenas dos años tendremos un Tesla Model III, tal vez el principal reto a superar por un fabricante que tendría alguna oportunidad con unos precios más populares.
Fuente | Mullen