SolarCity y Tesla amenazan el modelo de negocio de las grandes eléctricas
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Publicado: 05/02/2014 10:51
En los últimos años hemos visto como la democratización ha llegado a muchos sectores. Sin ir más lejos, los sistemas de blogs, han permitido a cualquier personas llevar su mensaje al mundo sin necesidad de un gran grupo editorial detrás. Se trata de un movimiento que en Estados Unidos tiene nombre, «Larga cola».
Esto representa el intento de las grandes empresas que controlan un sector por mantener su dominio. Algo que se resume con la frase de que unos pocos grandes vendían mucho a otro en el que muchos pequeños venden un poco cada uno. Pero esto está cambiando, y el cambio también afectará a las grandes empresas eléctricas, que ven con temor la llegada de empresas como SolarCity y Tesla, amenazando su modelo de negocio.
SolarCity es una empresa fundada por Elon Musk, presidente y fundador también de Tesla. Entre ambas hay una sinergia que está permitiendo a muchos pequeños particulares convertirse en islas energéticas. Personas y familias que son capaces de satisfacer gran parte de sus necesidades energéticas con un sistema solar.
Para la acumulación de la energía, SolarCity utiliza baterías de la berlina eléctrica Model S. Gracias a estas, los usuarios del programa prácticamente viven sin recibir energía del exterior, y cuando lo hacen, un programa informático se encarga de seleccionar los momentos de menor coste de la electricidad, para maximizar el rendimiento económico.
Hasta aquí no hay nada anormal. Un sistema desconectado de la red que utiliza un formato de balance neto, que en nuestro país no podemos disfrutar gracias a nuestro gobierno. Pero la cuestión es que con la bajada del precio de las baterías, esta tecnología está convenciendo a cada vez más gente e instituciones, que están dando pasos hacía la desconexión de las grandes eléctricas.
Esto ya lo advierte el banco suizo UBS. Este asegura que se trata de una tendencia imparable. Las grandes eléctricas se enfrentan a una tormenta perfecta, donde las energías renovables y las nuevas tecnologías de almacenamiento eléctrico, están creando un escenario que pone seriamente en peligro su modelo de negocio.
¿Pero realmente podemos vivir sin las grandes eléctricas?
La cuestión es que aunque podamos afrontar el costoso trámite de instalar un sistema solar con acumuladores, la red eléctrica seguirá siendo propiedad de una gran eléctrica. Pero esto también está cambiando, y no en estados Unidos, si no en el corazón de Europa, Alemania. Allí ciudades como Hamburgo han nacionalizado su red eléctrica, eso si, a cambio de 400 millones de euros.
Gracias a este tipo de acciones, será posible construir micro redes eléctricas. La Universidad de San Diego nos muestra que es posible hacerlo. Se trata de un proyecto a pequeña escala, donde un sistema renovable formado por paneles solares, está apoyado por una pila de combustible de hidrógeno de 1.5 MW, y que en total generan ya el 90% de la energía que consume el campus.
La cuestión es que con un consumo medio en España de 10 kWh al día, una batería del Model S con sus 85 kWh proporcionan suficiente energía para más de una semana en total oscuridad. El problema de momento es el precio. Pero los costes están cayendo de forma importante, tanto que según UBS, para el año 2020 los beneficios de las grandes eléctricas en los países desarrollados habrán caído un 50% por culpa de estos sistemas.
Por lo tanto, las grandes eléctricas tienen dos opciones, o se adaptan, o morirán como lo han hecho otros grandes dinosaurios que no han sabido o querido amoldarse a los cambios que se avecinan. Algo que también podemos trasladar a los grandes fabricantes de coches, que ven como Tesla ha pasado de algo curioso, a algo alucinante, pero que amenaza a medio plazo con convertirse en algo escalofriante para sus cuentas.
Vía | Energi.us