Pero ¿cómo de importante será la gigafábrica de baterías de Tesla?

Casi todos conocemos los planes de Tesla de levantar en 2017 una super instalación dedicada a la fabricación de baterías. Sabemos que su producción será muy elevada, pero, ¿hasta que punto conocemos el potencial de esta gigafábrica?

Para empezar podemos echar un vistazo a los números actuales. Este año el Nissan LEAF, el modelo eléctrico más vendido en el mundo, alcanzará una producción de 54.000 unidades. Una flota que supondrá la fabricación de un total de 1.3 GWh de baterías. Durante el mismo periodo Tesla espera entregar 35.000 unidades de su Model S, lo que suponen 2.9GWh, más del doble que Nissan, y sin la gigafábrica en marcha.

Pero esto no es nada comparado con los 50 GWh/año que Tesla espera alcanzar para el 2020. Esto además de doblar la capacidad mundial de baterías, permitiría fabricar unas 310.000 unidades del Nissan LEAF.

Esta producción no sólo revolucionará el mundo del automóvil. Su impacto llegará también al sector de las energías renovables y el almacenamiento en los hogares. El precio del kWh bajará de forma drástica gracias a una capacidad que multiplica por 16 veces la actual producción.

Una economía de escala que los expertos esperan sirva para alcanzar los 100 dólares el kWh, cinco veces menos que en la actualidad y la cifra que aseguran permitirá la explosión de ventas de los coches eléctricos, pero también de los sistemas de producción renovable a pequeña escala.

Estados desesperados

Otro ejemplo de la importancia de la gigafábrica son los movimientos de los estados candidatos a albergar esta instalación. Texas, Nevada, Nuevo México, California y Arizona. Tesla es sabedora de la importancia económica de acoger a esta fábrica, que se espera de trabajo directo a más de 6.500 trabajadores, y suponga una inversión de más de 3.000 millones de euros. Un caramelo demasiado goloso como para dejar que se marche al estado vecino.

A pesar de los rumores de que los estados están colaborando para no tirar la casa por la ventana, la realidad es que la sucesión de ofertas están llegando a la mesa de Tesla. 500 millones de ayudas públicas parece la cifra que más se repite. Una cifra que supondrá un improtante incentivo para tomar una decisión que conoceremos antes de final de año.

Tiempo más que suficiente para que los estados continúen peleándose por la gigafábrica de baterías de Tesla.

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