Hace año y medio la empresa de taxis británica C&C, situada en la localidad de St Austell, Cornualles, decidió adquirir un Nissan LEAF para realizar una prueba del ahorro y el servicio que un taxi eléctrico puede ofrecer en este sector.
El resultado ha sido tan bueno, que apenas 18 meses después otros cinco LEAF y una e-NV200 se han incorporado a esta pequeña empresa familiar. Los responsables han calculado que cada unidad permite alcanzar un ahorro anual de unos 11.374 euros en costes operativos, lo que en total suman casi 80.000 euros que cada año que se quedan en la cuenta de la empresa.
Como destacan los responsables de la empresa que el uso de estas unidades es intenso. Cada día realizan de media unos 40 recorridos, con tramos de hasta 240 kilómetros. Para lograr llegar al final de la jornada «vivos» los conductores cuentan en las instalaciones de la empresa con un punto de recarga rápida.
Esto permite alcanzar cifras anuales realmente llamativas, como los 123.000 kilómetros que los LEAF están recorriendo cada año, y todavía no han tenido que realizar ningún cambio de pastillas de freno. En cuanto a la gran pregunta de la degradación de la batería, el primer LEAF adquirido, bautizado como Wizzy, ha superado los 160.000 kilómetros con las 12 barras, y todo con una pérdida del 9% de su capacidad.
By the end of April ‘Wizzy’ will have done 100,000mls RC’d 1600 times, L2 charged 7000 times and will still have all 12 battery bars 9% loss
— C&C Taxis (@candctaxis) marzo 22, 2015
En su contra juega que la región donde trabajan es una zona rural. Según el propietario de la empresa
«Los coches eléctricos pueden disfrutar de ciertas ventajas en una ciudad. Pero estamos aquí en una de las regiones más hermosas y más rurales de Inglaterra, sin grandes ciudades o amplias carreteras por la zona. Los coches eléctricos nos ofrecen un elevado confort de conducción, y al mismo tiempo nos permiten ahorrar dinero, y también atraer nuevos clientes».