Según ABB, la recarga acelerada de 22 kW, será la recarga lenta del mañana

Eric Muret, de ABB, reflexiona en una entrevista sobre la evolución de la recarga de coches eléctricos y otro tipo de vehículos en el futuro. Un futuro donde las potencias de 10 amperios y 3 kW se quedarán atrás y donde el mercado tendrá que evolucionar hacía cifras mucho más elevadas.

Precisamente la recarga lenta es uno de los elementos a desaparecer. Según el Sr Muret, una batería de segunda generación con 50 o 60 kWh necesitará unas 30 horas para recargarse a 3 kW. Algo que llevará a los consumidores a optar por soluciones cada vez más potentes, lo que llevará a convertir la carga acelerada, 22 kW, en lo normal en cada vez más hogares.

Lo que no tiene en cuenta ABB son problemas locales, como el coste del término fijo potencia en lugares como España, donde de media resulta un 30% más que en nuestros vecinos franceses, y sin tener en cuenta la diferencia de renta per cápita.

Recarga rápida

La recarga rápida es también otro de los caballos de batalla de ABB. En esta entrevista el Sr Muret habla de por que sus estaciones de recarga rápida de 50 kW son tan eficaces, con una tasa del 98.7%.

La explicación es que sus estaciones están formadas no por uno, si no por cinco módulos de 10 kW cada uno, lo que supone que cuando falla uno, la estación puede seguir funcionando. Algo fundamental para el usuario de un coche eléctrico que podría no tener suficiente energía para llegar al siguiente punto de recarga.

ABB trabaja en puntos de recarga para coches, pero también para autobuses eléctricos. Estas soluciones de carga contarán con potencias de entre 150 y 450 kW y funcionarán bajo el estándar Combo CCS. Unos puntos que comenzarán su despliegue a mediados del próximo año.

De cara a la siguiente generación ABB indica que están trabajando en soluciones para la recarga de coches, pero también de camiones y autobuses eléctricos, que permitirá recargas que ahora mismo llegan a los 90 kW, y que podrán alcanzar potencias de más de 130 kW para turismos, y de 600 kW y 800V para camiones y autobuses.

Potencias que además de un desarrollo técnico, necesitarán una evolución de la legislación que permita su instalación, y que darán un impulso al coche eléctrico también como forma de moverse entre largas distancias.

Vía | Automobile-prope