En los últimos meses hemos visto como el precio del petróleo se derrumbaba sin parar. Una dinámica fruto de una guerra comercial que beneficiará a países fuertemente dependientes a nivel energético como España.
Según el gobierno las bajadas del precio del petróleo ahorrara unos 17.000 millones de euros a nuestro país. Una cifra realmente llamativa si tenemos en cuenta que hablamos sólo del ahorro, y no del coste total que cada año supone para nuestras arcas.
Esta guerra comercial ha llevado el precio del litro de gasóleo a bajar del euro. Algo que no veíamos en España desde hacía al menos cinco años. Una bajada que según el Ministerio de Industria supone que llenar un depósito medio cueste 50 euros. La pregunta es ¿es realmente barato? ¿cuantos kilómetros puedo hacer con esos 50 euros? y sobre todo ¿cuantos kilómetros podría hacer con ese dinero en un coche eléctrico?.
Tomando datos de consumo oficiales. Esos que no lograremos en la vida real ni que nos empujen cuesta abajo, pero que tenemos que tomar como ejemplo para hacer una comparativa entre diferentes tipos de coches. Para el cálculo cogeremos dos coches muy similares. El Renault ZOE R240, y un Renault Clio DCI 90.
Según el ciclo NEDC el ZOE tiene un consumo medio de 9.1 kWh cada 100 kilómetros, mientras que el Clio promedia un consumo de 3.5 litros de gasóleo a los 100 kilómetros. Mi reino por un consumo real de este nivel.
Con los 50 euros en el Renault Clio podremos recorrer unos 1.428 kilómetros. Por su parte con esos mismos 50 euros podremos recorrer 2.777 kilómetros en nuestro ZOE. Un 94% más en el eléctrico que en el diésel, y eso a pesar de la tremenda bajada de precios del gasóleo, y la subida de precios de la electricidad.
A esto podemos añadir un par de variables: La primera es que para el cálculo del ZOE hemos tomado el precio del kWh en horario diurno (0.20 euros el kWh) y no hemos tenido en cuenta ni las tarifas nocturnas, que bajan el precio a una cifra cercana a los 0.5 euros el kWh, ni tampoco la posibilidad de recargar de forma gratuita en centros comerciales, concesionarios, y muchos puntos de recarga públicos que todavía no cobran por ello.
La segunda variable es que el propietario de un eléctrico tiene la posibilidad de realizar una instalación renovable que le permita llevar a cero su gasto energético. Evidentemente se necesita un espacio donde poner los paneles, y también el dinero de la inversión. Pero es una posibilidad con la que el modelo a gasóleo no cuenta.
La conclusión es que aunque el precio del petróleo continúe bajando, sigue siendo mucho más barato moverse en un coche eléctrico. Por supuesto no mencionamos la cuestión de las emisiones ya que nos hemos centrado en el plano económico. Pero como sabemos, las emisiones también cuestan, y mucho.
No podemos dejar pasar comentar el que sucederá cuando esta guerra comercial emprendida por Arabia Saudita termine. Para entonces habrá barrido a toda la competencia, y tendrá una cuota de poder de decisión sobre el precio del petróleo casi absoluta. Veremos entonces si mantienen su estrategia de bajos precios, o de lo contrario como sucede con los monopolios, aprovechan para exprimir al consumidor.
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