¿ Merece la pena instalar una batería de Tesla ?

Después del revuelo que causó el anuncio de la nueva batería de Tesla, llega el momento de reflexionar sobre ella. Acerca de la nueva batería se ha dicho de todo: que gracias a ella podremos desconectarnos de la red a buen precio, que es el fin de la red eléctrica tal y como la conocemos, que amenaza con convertirse en el principal negocio de Tesla…

¿ Merece la pena instalar una batería de Tesla ?

Pues depende de que aspectos sean los que evaluemos. Para que un producto triunfe, sabemos que el principal argumento es el económico. Puede ser un gran producto, pero si es económicamente no es viable o es caro, se quedará en eso, en un gran producto. Pero nunca será un superventas. Luego están otros aspectos a tener en cuenta, como los gustos de cada uno, la conciencia medioambiental, el querer dejar de depender de las grandes eléctricas…

Estos últimos aspectos son difíciles de evaluar, y dependen en su mayor parte de la decisión de cada persona. Pero este tampoco es un producto que se pueda evaluar teniendo en cuenta sólo el aspecto económico, ya que un factor clave en su utilización es la legislación de cada país.

Balance neto

En Estados Unidos, una de las economías más liberales y competitivas del mundo, aunque las legislación es diferente según el estado, estas baterías están permitidas. Es totalmente legal tener una instalación solar respaldada por este tipo de baterías y a la vez seguir conectado a la red eléctrica. El problema es que «nadie» lo va a hacer.

Allí, el balance neto está regulado en casi todos los estados. Esto equivale a que puedes verter tus excedentes de producción solar a la red para recuperarlos cuando el sol no brille. O lo que es lo mismo, la red eléctrica ejerce de batería. Entonces, ¿quién va a instalar una batería para respaldar su instalación solar? Pues muy poca gente lo hará, o sólo en lugares donde la red eléctrica no llegue. Y es que es mucho más rentable beneficiarse del balance neto que instalar una batería.

Este es el motivo por el cual SolarCity, compañía hermana de Tesla y mayor instalador de energía solar de Estados Unidos, ha decidido no comercializar la versión de 7 kWh del Powerwall de Tesla. Recordar que la versión de 7 kWh es la que está preparada para sufrir cargas y descargas diarias.

SolarCity sólo comercializará la versión de 10 kWh, preparada para ejercer de sistema backup allí donde la red eléctrica es débil. Esta batería podría reemplazar a los sucios y ruidosos generadores diésel. Pero en cualquier caso, nada tiene que ver con el autoabastecimiento de energía.

En España

En nuestro caso, a falta de saber si la batería se venderá en nuestro país o no, la noticia ha sido acogida con mucha ilusión. La Powerwall ha tenido mucha repercusión en los medios de comunicación, y han anunciado la batería como la solución definitiva para aislarse de la red eléctrica.

Como ya sabéis, el balance neto en España ahora mismo no es posible, y no parece que lo vaya a ser a corto plazo, al menos con el gobierno actual. Es más, se habla de poner un «peaje de respaldo» también conocido como «impuesto al sol» que gravaría cada kilovatio hora producido por una instalación solar.

Tener una batería de este tipo conectada a la red no es una tarea fácil en este país. La normativa es muy compleja y es difícil descifrarla por lo que he decidido hablar sobre la legislación en un futuro post. De todas maneras, rentabilizar una batería de este tipo en una conexión a red se me antoja difícil. El máximo beneficio que se le podría sacar es comprar electricidad en horas valle para consumirla en horas pico, y parece difícil que así se pueda llegar a amortizar. Además hay que tener en cuenta que gran parte de nuestra factura equivale a la potencia contratada y no al consumo, por lo que se complica aún más.

Por lo que la mejor opción para esta batería en nuestro país sería usarla para aislarse completamente de la red eléctrica. Naturalmente no será suficiente con un sólo Powerwall y será necesario agrupar dos o más. Tecnológicamente supera con creces a las baterías de plomo convencionales. Tienen una vida útil más larga, no requieren mantenimiento, y son competitivas en precio.

Por otra parte está saber si aislarse de la red eléctrica es rentable o no. Con el coste de las baterías, el de la instalación renovable y el inversor y reguladores necesarios es difícil que salga rentable. O al menos hará falta una inversión inicial muy alta y el tiempo de retorno de la inversión será muy largo. En algunas comunidades existen subvenciones que ayudan a financiar este tipo de instalaciones, haciéndolas mucho más atractivas.

Por suerte, la rentabilidad no es el único factor a tener en cuenta cuando se quiere hacer una instalación de este tipo. Mucha gente no se comprará una batería sólo por cuestiones económicas. Muchos están cansados de pagar cada mes la factura y otros quieren ser 100% renovables e independientes aunque eso no les salga rentable.

Conclusión

Anunciadas a bombo y platillo, las baterías de Tesla llegaron con la promesa de cambiar el sistema eléctrico tal y como lo conocemos. Si nos ponemos a reflexionar acerca de ellas, comprobamos que no todo es tan bonito como lo pintan. La economía y la legislación, ya sea por favorable o por desfavorable no le dejan triunfar. Eso no quiere decir que en determinadas circunstancias sean una gran opción, pero creo que no son lo que se ha dicho que son. Eso sí, quiero aclarar que me parecen un gran producto.

¿ Y vosotros, que opináis acerca de las baterías de Tesla ?