La empresa de transporte norteamericana Freedom Trucking se ha propuesto poner en marcha un camión eléctrico capaz de conectar dos de sus centros de distribución. Estos están separados por nada menos que 600 kilómetros, una cifra asequible para un modelo convencional, pero todo un reto para uno 100% eléctrico.
El objetivo es buscar el ahorro económico. Gracias al uso de un sistema eléctrico, la empresa espera lograr reducir su factura energética en unos 34 céntimos de euro por kilómetro respecto a un modelo diésel, a lo que sumar el menor coste en cuanto a mantenimiento.[blocktext align=»left»]
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Freedom Trucking y el especialista en baterías Oakridge, se han puesto manos a la obra para diseñar un pack de baterías que permita este objetivo. Llegados a este punto es cuando deberíamos empezar a hablar de motores, de los kWh de la batería, pero por desgracia desde el fabricante no se aportan datos concretos sobre la configuración del camión. Una información que hemos solicitado el fabricante, y que actualizaremos cuando la recibamos.
Simplemente sabemos que el camión será capaz de moverse durante más de 650 kilómetros, y que tendrá una capacidad de carga de 36 toneladas. Una cifra realmente interesante, sobre todo si recordamos que hablamos todavía de la primera generación de baterías.
¿Qué pasará cuando desembarque la segunda generación, permitiendo doblar la capacidad de las baterías? Pues si hacemos una simple multiplicación, veremos como este mismo camión será capaz de recorrer unos 1.300 kilómetros con cada carga. Una cifra considerable, sobre todo en un sector donde las paradas para descanso están reguladas y programadas, lo que abre la puerta a recargas parciales durante las rutas más largas.
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Fuente | Oakridge Global Energy
