Este mes de abril comenzará la distribución de la nueva versión del Volkswagen e-Golf. Una generación que en el caso de la versión eléctrica llega con pequeños cambios estéticos, y también mínimas modificaciones mecánicas.
Algunos medios están teniendo la oportunidad de realizar las primeras pruebas con el nuevo e-Golf y que nos permite ver con más detalle la nueva propuesta de los alemanes.
Según el portal Autogefühl, se trata de un modelo que mantiene el aspecto exterior e interior del modelo convencional. Algo que supone para muchos usuarios un punto fuerte, ya que permite a la versión eléctrica pasar desapercibida. Además esta hereda elementos como unos materiales de buena calidad que le permiten colocarse ligeramente por encima de la media en el sector.
En el apartado mecánico, el e-Golf disfruta de dos cambios importantes. El primero es el motor. Este pasa de apenas 85 kW la anterior versión, a unos más interesantes 100 kW (136 CV). No es un misil, pero al menos logra mejorar la aceleración, de 0 a 100 km/h en 9.6 segundos. Pero no aumenta la velocidad máxima, que se queda en 150 km/h. Algo que tienen muy en cuenta en mercados como el alemán, por sus Autobahn con tramos sin límite de velocidad.
La otra novedad es la batería. Pasa de los apenas 24 kWh de la primera generación, a los 35.8 kWh. Sin duda es un paso adelante, pero un paso algo modesto a la vista de los movimientos de la competencia. Un apartado que suponemos ha estado limitado por una plataforma que no ha sido diseñada para albergar un sistema eléctrico, y que puede que no de más de si.
Los 35.8 kWh le proporcionan una autonomía bajo el ciclo europeo NEDC de 300 kms, mientras que bajo el más fiable ciclo americano EPA se queda en 201 kilómetros. Algo que le permite por ejemplo superar por los pelos a uno de sus principales rivales, el Hyundai IONIQ, que se queda en 200 kms EPA. También mejora las cifras del BMW i3, que logra 183 kms bajo ciclo EPA en su versión de 33 kWh.
Es una pena que VW no haya metido una batería de más capacidad, al menos 40 kWh, que le habrían permitido ampliar su autonomía, y sobre todo, posicionarse algo mejor de cara a la llegada de la nueva generación con baterías por encima de los 55 kWh.
Otro aspecto que no ha aprovechado para mejorar Volkswagen con la nueva generación es el cargador. Este aumenta en monofásica hasta los 7.2 kW de potencia, además de recarga trifásica a 50 kW bajo el formato CCS Combo. Pero el e-Golf no puede acceder a recargas aceleradas, algo que le limita principalmente en el mercado donde podría lograr su mayor número de ventas, Alemania, donde modelos como el Renault ZOE están logrando un importante éxito precisamente por este apartado. Un país donde la trifásica está presente en una importante cantidad de viviendas y que permiten recargar una batería en menos de tres horas.
Al menos en el precio la nueva versión no ha supuesto un incremento en el precio, y en Alemania está disponible desde los 35.900 euros antes de ayudas.
Un modelo que como hemos dicho, cuenta con mucho potencial principalmente por el posicionamiento logrado por el modelo de combustión en los diferentes mercados, y que la versión eléctrica podría haber aprovechado mejor si VW optase por una configuración algo más ambiciosa.
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