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Los expertos indican que el Tesla Model 3 puede ser un ejemplo claro de que se puede ganar dinero con el coche eléctrico

El margen por unidad vendida de Tesla en el Model S y X ha llamado la atención del mundo de la automoción. Durante el primer trimestre del año el fabricante norteamericano ha logrado nada menos que el 27.4% de margen en su división de automóviles. Una cifra espectacular.

Esto lleva a muchos a analizar que pasará con la llegada del Model 3. Para algunos expertos, como en analista especializado en el sector del automóvil, George Galliers, Tesla podría mantener e incluso aumentar su margen de beneficio por unidad con el más económico de la gama. Galliers estima que podrían llegar incluso al 30%.

Uno de los principales impactos de esta situación sería la inclinación del balance de Tesla hacía los números verdes. Las ganancias gracias a los ingresos procedentes de la venta de coches permitiría al fabricante dejar atrás los interminables números rojos, y cambiarlos por beneficios.

Para Galliers, si Tesla logra poner en el mercado un coche eléctrico, con una producción de 400.000 unidades al año ya para 2018, con un coste medio de 45.000 dólares, y un margen de beneficio que indica no bajará seguramente del 25%, permitirá a Tesla ingresar nada menos que 18.000 millones de dólares, unos 4.000 millones «netos» solo con este modelo. Una cifra de ventas que Tesla logrará ya en 2018, y que estiman llegará al millón de unidades al año para 2020.

Estos datos indica el analista, removerán al resto de la industria del automóvil que verá que se puede ganar dinero con el coche eléctrico con un coste medio. Solamente hay que ofrecer al público un producto competitivo, y apostar tanto por la producción propia de la mayor parte del propio coche, como sobre todo, por la fabricación de baterías.

Como ejemplo de un caso contrario, Galliers pone sobre la mesa el caso del Chevrolet Bolt. Un modelo que será desarrollado fuera de General Motors, tanto sistema de propulsión, como baterías y toda la electrónica que correrán a cargo de LG, lo que supone que antes de los créditos de emisiones de estados como California, GM pierde dinero en cada unidad vendida. Una de las razones por las cuales el Bolt, y el Ampera-E, tendrán una distribución mucho más limitada.

A todo lo anterior, hay que añadir otros factores que ayudarán a teñir de verde los balances de Tesla, como es la entrada en vigor del cobro por el uso de los Supercargadores, y también los ingresos de la división de energía (baterías para el hogar y estacionarias, y en breve sistemas fotovoltaicos). Este último un segmento que durante el pasado trimestre ha logrado un margen de beneficio incluso superior a la división de coches, con un 29.1%.

La pregunta es si otro fabricante está en posición de seguir el ritmo marcado por Tesla. La clave de todo está en la fabricación de baterías. Un aspecto clave que según los expertos supondrá el 40% del coste del vehículo. Una parte demasiado grande como para dejarla en manos de otros, tal como han optado de momento el resto de fabricantes.

La excepción ahora mismo en Nissan. Son los únicos junto con Tesla que han apostado por la producción propia. Una cuestión que se ha criticado en muchas ocasiones por la aparente menor competitividad de fabricar baterías para un único modelo, junto con la e-NV200, pero que parece que el tiempo les dará la razón a los japoneses.

Lo más importante es que el ejemplo de Tesla, y el Model 3, podría servir para que en las próximas juntas de los grandes grupos se aceleren los planes, y se opte por levantar sus propias fábricas de baterías. Algo que llevan tiempo pidiendo sindicatos y trabajadores en lugares con una relación tan fuerte con la industria del automóvil como Alemania, de momento sin éxito.

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Vía | Electrek

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