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Volkswagen se alía con KUKA para el desarrollo de sistemas robotizados para los coches eléctricos y autónomos

La movilidad eléctrica y autónoma son dos tecnologías que irán de la mano en los próximos años. Dos sectores que se retroalimentan y que están siendo destino de una inversión creciente. El mejor ejemplo de esta relación lo podíamos ver la semana pasada en la presentación del prototipo Gen.E de Volkswagen. Un modelo eléctrico que contaba con un compañero de excepción. Un robot capaz de conectar la toma de recarga al vehículo de forma automática.

Ahora ya conocemos más detalles de esta relación. Volkswagen ha firmado un acuerdo con el desarrollador de robótica KUKA, que entre otras cosas se ocupa del suministro de los robots que dan forma al Tesla Model 3 en la fábrica de Fremont.

Una filtración muestra que Vokswagen trabaja en dos nuevos coches eléctricos. El ID Lounge, y el ID AEROe

Gracias a este contrato, KUKA y Volkswagen explorarán nuevos nichos de mercado que se espera crezcan de forma importante en los próximos años, donde veremos la implantación de los coches autónomos, que necesitarán una serie de servicios que serán prestados por robots, como la propia recarga. Un movimiento que el propio presidente de Volkswagen explica «Estamos trabajando de forma intensa en la movilidad del futuro. Esto abarca completamente nuevos requisitos en el sector de los servicios«.

Uno de los objetivos de esta colaboración será el desarrollo de innovaciones basadas en la robótica destinados a los coches eléctricos y autónomos. Para el fabricante alemán «En el futuro los robots ayudarán a los humanos en diferentes tareas rutinarias. El mañana será inconcebible sin la conducción autónoma. Trabajaremos en conceptos innovadores para adelantarnos a este mercado»

Uno de los desarrollos más llamativos, es el sistema de conexión de coches eléctricos a puntos de recarga públicos. Una tecnología que nace como alternativa a los sistemas por inducción, que de momento tienen limitaciones como la eficiencia de la recarga, y la necesidad de poner de acuerdo a los fabricantes para instalarlo en sus coches, y que usen el mismo protocolo. Algo pensado principalmente para cuando el coche llega a realizar una recarga sin conductor en su interior, cuando esté funcionando en modo autónomo y su conductor no vaya a necesitarlo.

Además de conectar la toma, el brazo robótico puede también desconectarlo. Algo que nos hace preguntarnos como solventarán el aspecto del bloqueo de la toma, que normalmente sólo puede quitarse con el mando del vehículo.

Un proyecto que forma parte de una amplia estrategia por parte de Volkswagen, que tiene como objetivo poner en la calle 30 modelos eléctricos diferentes hasta 2025. Coches eléctricos, pero también autónomos, que abrirán una nueva vía de negocio dentro del sector servicios. Una alternativa para los fabricantes que verán como los ingresos en aspectos como el mantenimiento desciende, y que tendrán que cubrir con otros servicios añadimos para la nueva generación.
 


 

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Vía | Autonews

 

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