BYD levantará una fábrica de coches eléctricos y autobuses en Marruecos
Con la presencia del Rey Mohamed VI y el presidente de BYD, Wang Chuanfu, se ha firmado en Casablanca un acuerdo por el cual el fabricante chino confirma la inversión para levantar una instalación en la localidad de Tánger, donde fabricarán coches y autobuses eléctricos.
Esta inversión supondrá ocupar una parcela de 500.000 metros cuadrados, y una vez puesta en marcha dará trabajo a unas 2.500 personas. Una instalación que se situará en el parque tecnológico que Marruecos está levantando en la localidad costera el colaboración con el gobierno chino.
De esta forma BYD sigue el ejemplo de grupos como Renault o PSA, que también han situado instalaciones en este emplazamiento como una forma de entrada al mercado africano, pero también para aprovechar los acuerdos de la UE con Marruecos y lograr de esa forma deslocalizar la producción del continente hacia tierras más económicas pero igualmente cercanas a los principales mercados.
Esta nueva instalación todavía no tiene fecha de entrada en funcionamiento, se convertirá en la primera en tierras africanas, y la tercera en la región si tenemos en cuenta las que se preparan en Francia y en Hungría. Un posicionamiento que les permitirá aprovechar al máximo sus sinergias en el mercado del coche eléctrico, pero también en el pujante de los autobuses impulsados por electricidad y las baterías para soluciones estacionarias.
Un movimiento por parte de Marruecos que se enmarca en un plan que contempla la llegada de un cuarto gran fabricante, que les permita llegar al objetivo de producir 1 millón de coches al año para 2025.
Opinión
Está claro que la búsqueda de mercados más económicos a la hora de producir coches es un movimiento natural desde el arranque de la era moderna del automóvil. De Alemania o Francia se ha expandido la producción a zonas como la propia España o el este de Europa. Una expansión que ahora se alarga hacía el norte de África.
Sin entrar a valorar el componente económico o político que puede tener para Europa llevar la producción fuera de sus fronteras, este movimiento si podría tener su lado positivo, y es que con una producción de coches eléctricos en zonas como Marruecos, se podrían rebajar los costes y acelerar la economía de escala que permita lograr antes que los precios de los vehículos sean más económicos, y con ello beneficiarnos de sus aplicaciones, como una reducción de las emisiones y una menor dependencia energética. Todo a cambio de perder parte de la mano de obra en favor de otros espacios económicos.
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Vía | Dailymirror