China espera alcanzar los 800.000 coches eléctricos vendidos en 2017

Después de cerrar un 2016 donde se han superado ligeramente las 500.000 unidades, China no sólo no frena su empuje en el sector del coche eléctrico y se marca nuevos y ambiciosos objetivos de matriculaciones para este año.

Según las estimaciones del gobierno, en 2017 se espera que el número de vehículos eléctricos, incluyendo coches, autobuses e industriales, llegará a las 800.000 unidades. Algo que supondría un crecimiento del 58% respecto a las cifras del pasado año.

Este crecimiento llega en buena parte por el impulso del gobierno comunista. Desde hace años se están inyectando una importante cantidad de dinero que ha servido para incentivar una industria de fabricación de coches local. Una forma de ayudar a los constructores locales a situarse en un sector de futuro, ante las dificultades de competir en el mercado de los coches de combustión.

Además de una apuesta industrial, también es una apuesta por reducir las espantosas cifras de emisiones contaminantes que sufren las grandes ciudades chinas.

Curiosamente aunque autobuses y vehículos industriales son una parte importante de las ventas, los turismos se están situando como el verdadero motor del sector eléctrico en China. Así lo indica Xu Yanhua, vice secretario de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM). En declaraciones al diario Economic Information Daily, ha indicado que los turismos van a ir liderando gradualmente el mercado de vehículos enchufables, ocupando un 70% de las ventas este 2017.

Para el Sr Yanhua, la clave de este año será la llegada de modelos de amplia autonomía, que se sumarán a la disponibilidad cada vez mayor de estaciones de recarga. Algo que empujará la economía de escala que permitirá lograr precios cada vez más competitivos.

Por supuesto la industria también afronta retos, como por ejemplo la paulatina desaparición de las ayudas públicas, que este año han visto reducidas sus cuantías en un 20%. Algo que continuará en los próximos tres años, hasta llegar a su desaparición en 2020. Fecha para la cual se espera la economía de escala haya logrado alcanzar un nivel importante, suficientemente elevada como para permitir a los fabricantes poder ofrecer productos competitivos desde el punto de vista económico.

Una fecha, 2020, que recordamos es la seleccionada por alguno de los grandes grupos automovilísticos como la elegida para comenzar su apuesta en este sector. Un ejemplo del peligroso retraso con el que los fabricantes tradicionales han comenzado su posicionamiento en un sector donde China amenaza con convertirse en potencia a medio plazo.

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Vía | Reuters