El Chevrolet Volt de primera generación continúa demostrando su resistencia. 646.000 kilómetros y sin apenas pérdida de capacidad en la batería

No deja de sorprendernos el gran rendimiento que está logrando el Chevrolet Volt de primera generación. Un modelo llegado en 2011 que nos proponía un coche impulsado por un motor eléctrico, pero respaldado con un motor gasolina. Un extensor de autonomía que ha estado a la venta en Europa y que incluso hemos podido probar en su momento.

Ahora un propietario de uno de los Volt de primera generación ha logrado alcanzar una cifra de kilometraje nunca vista en un coche eléctrico. Nada menos que 646.000 kilómetros, de los cuales 242.000 km, un 35%, han sido en modo eléctrico. Lo mejor es que según el propietario, la batería parece estar en perfecto estado

Una de las peculiaridades del Volt era precisamente su batería. Un pack que en un primer momento era de A123, pero que rápidamente General Motors sustituyó por otro de LG. Una decisión que sobre el papel parece ha sido muy acertada a la vista del rendimiento. Esta contaba con 16 kWh de capacidad máxima, que el fabricante limitaba a algo menos de 10 kWh útiles, 9.7 kWh concretamente.

Gracias a este enorme margen de protección, la batería recibe siempre un buen trato en cuanto a carga máxima, lo que junto con su refrigeración líquida le permiten mantener en el caso de esta unidad después de cinco años y todos estos kilómetros, una capacidad útil de 9.2 kWh. Prácticamente la misma de serie.

En cuanto al consumo de gasolina, este propietario indica que de media ha logrado una media de 3.99 litros a los 100 kilómetros. Una cifra más que notable, sobre todo en un mercado americano acostumbrado a grandes y glotones motores gasolina.

El propietario de este Volt espera que el buen rendimiento del coche en este tiempo le sirva para poder continuar con su largo periplo diario, nada menos que dos viajes de 177 kilómetros cada día, y hacerlo al menos durante otros 300.000 kilómetros más. Algo que acercará a este Volt al millón de kilómetros recorridos.

Un ejemplo práctico y gráfico de que el coche eléctrico es caro a la hora de la compra, pero a la larga se amortiza no sólo con el ahorro operativo (no comenta nada sobre el mantenimiento) sino también dada la mayor durabilidad de los coches se alargan los plazos de compra entre coche y coche, en este caso hasta el millón de kilómetros. Un tiempo donde como mínimo se habría tenido que comprar tres vehículos, y haber gastado mucho más dinero en carburantes y mantenimientos.

Vía | VS