El nuevo Nissan LEAF es considerado una nueva generación independiente de la anterior. Sin embargo, esto no es exactamente así: al igual que ocurrió con el paso del Volkswagen Golf V al VI o del Opel Corsa D al E, se trata de un profundo restyling del LEAF original: si bien todos los paneles de la carrocería son nuevos, los órganos mecánicos de nueva factura, y la tecnología y el interior exclusivos, la estructura y la plataforma son las mismas que las del LEAF original de 2010.
Este movimiento, que permite a Nissan lanzar un modelo nuevo con un coste de desarrollo inferior, implicará que la vida comercial de la segunda generación del LEAF será más corta que la de un coche al uso: su sustituto, el LEAF de tercera generación basado en la plataforma CMF-EV de la Alianza, debería ver la luz a finales del año 2021, siendo hermano del Renault ZOE II, que verá la luz a finales del año 2019.
Sin embargo, Nissan no ha escatimado recursos a la hora de actualizar su LEAF a los nuevos tiempos. El mejor ejemplo lo podemos encontrar en su test de seguridad en EuroNCAP, cuyos resultados acaban de ser anunciados. El compacto eléctrico japonés ha logrado la máxima puntuación posible: 5 estrellas, con un sobresaliente 93% en protección de pasajeros adultos, un 86% para los pasajeros infantiles, un 71% para los peatones y otro 71% en sistemas de asistencia (no alcanza más puntuación por no tener un sistema de detección de pasajeros en los asientos traseros, aunque sí que cuenta con un recordatorio para el uso del cinturón de seguridad en ambas filas).
A pesar de lo destacado de sus resultados en cuanto a seguridad pasiva, es muy interesante echar un vistazo al funcionamiento de sus sistemas de seguridad activa. El conjunto de todos los asistentes del LEAF dan vida al sistema ProPILOT (un asistente de conducción autónoma de nivel 2), y todos y cada uno de ellos han mostrado un gran desempeño en las pruebas.
Así, la frenada automática de emergencia se mostró eficaz tanto en un entorno urbano (40 km/h) como interurbano (70 km/h). La detección de peatones con frenada automática funcionó bien tanto de noche (30 km/h) como con luz diurna (40 km/h y 45 km/h). La detección de ciclistas también funcionó eficazmente, tanto a 45 km/h como a 60 km/h). El sistema de mantenimiento de carril, indispensable para el buen funcionamiento del ProPILOT, cumple su función a la perfección.
Fuente | EuroNCAP
