Prueba Tesla Model 3: parte 2. Autonomía, sensaciones de conducción y Autopilot (Vídeo)
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Publicado: 07/05/2018 12:04
Después de la primera parte de la prueba del Tesla Model 3, donde repasábamos el exterior e interior del coche, ahora le toca el turno a lo más interesante. La prueba dinámica. Un test donde hemos querido conocer las capacidades reales de este coche sometiéndolo a un recorrido exigente en un entorno bastante complejo para un coche eléctrico.
Lo primero que nos hemos encontrado es un clima muy frío. La zona de Nueva York al igual que le sucedía a principios de marzo en Europa, estaba en medio de una ola de frío que supuso un recibimiento el día de la llegada con nieve y temperaturas por debajo de cero grados. Por suerte el día de la prueba salió el sol, y la temperatura subió ligeramente hasta los 5 grados, pero con una sensación térmica muy por debajo. Algo que pondrá a prueba el sistema de gestión térmica de la batería del Model 3.
El segundo condicionante es un recorrido que ha mezclado zonas urbanas, interurbanas, dónde hemos buscado alguna zona para las fotos, pero sobre todo hemos realizado un recorrido predominantemente por autovía. En torno al 80% ha tenido lugar en este escenario. La parte positiva para el Tesla es que la velocidad máxima en las vías americanas es menor que en las europeas, 105 km/h. La parte negativa es que el estado del firme es lamentable, con zonas muy degradadas.
La salida ha sido desde el centro de la ciudad de Nueva Jersey, desde donde hemos partido hacía el norte siguiendo el río Hudson. Un tramo de perfil muy irregular pero sin grandes subidas ni bajadas y que hemos realizado a una velocidad moderada por la gran cantidad de ciclistas que había en la zona.
Prueba Tesla Model 3: Primeras sensaciones al volante
Como hemos dicho en la primera parte de la prueba, lo primero que uno nota al sentarse al volante del Model 3 es una sensación de comodidad y confort. Desde el minuto uno el conductor encuentra un espacio acogedor y accesible. Algo que por ejemplo podemos comparar a la primera sensación de sentarse en un Model S. Un coche mucho más grande y más intimidante. El Model 3 es todo lo contrario. La sensación es que estamos al volante de un coche más pequeño y accesible.
Esto facilita el periodo de adaptación al coche, y que acelera el inicio del disfrute al volante. Un volante que destaca por ser bastante pequeño y grueso. Algo que nos recuerda mucho al de un BMW.
Uno de los puntos a destacar es el de la creación de perfiles de usuario. Esto nos permite por ejemplo guardar nuestras preferencias para la posición de los asientos y el propio volante. Si compartimos el coche con otras personas de esta forma no tendremos que estar configurando cada vez que nos subimos al coche. Con un simple click volveremos a tener el asiento y el volante a nuestro gusto.
Una vez que nos hemos sentado y adaptado los espejos retrovisores, buscamos la palanca de las marchas, situada como suele ser habitual en los coches americanos detrás el volante, metemos la marcha e iniciamos la conducción. Una conducción que sin duda es uno de los puntos más interesantes del Model 3.
Como hemos dicho, la facilidad para adaptarse al coche hace que nos sintamos cómodos y seguros desde el primer momento, y eso nos anima a probar las cualidades dinámicas del coche. La aceleración es fulminante gracias al par lineal de su motor, aunque es muy posible que de 0 a 50 km/h pueda que no sea muy superior a otros modelos eléctricos menos potentes, como el Opel Ampera-e o el BMW i3. Donde seguro que no tienen competencia estos dos modelos con el Model 3 es en las recuperaciones. Incluso a elevada velocidad notamos el empuje de los 194 kW de su motor trasero.
Pero tan importante es acelerar, como tomar las curvas. Y aquí posiblemente encontremos uno de los aspectos en los que más ha mejorado Tesla. El paso por curva es sólido y muy directo. La dirección es extremadamente precisa y podemos encarar las curvas con todas las garantías. Algo que por otro lado no compromete el confort en marcha del coche gracias en parte a la comodidad de los asientos.
Una de las principales interrogantes era el saber cómo nos adaptaríamos a no contar con una pantalla frontal. El resultado es que nos hemos acostumbrado al nuevo sistema en cuestión de minutos. En todo el recorrido se me ha ido la mirada al frente apenas dos o tres veces. La situación del velocímetro es perfecta y te permite tener toda la información de una forma accesible. Evidentemente hay aspectos que hacen que pierdas la mirada de la pantalla, como el configurador del climatizador. Pero tampoco es que uno vaya todo el tiempo cambiando de temperatura y en caso de no estar seguro, siempre nos queda la opción de activar el Autopilot, y seleccionar la temperatura. Pero como decimos, en cuestión de minutos sabremos donde está la opción, y la podremos modificar sin apenas mirarla.
Prueba Tesla Model 3: Autopilot (con vídeo al final del post)
Posiblemente uno de los aspectos que más nos interesaba conocer del Model 3. El nuevo Autopilot ha recibido críticas divididas entre los que piensan que está por detrás de la primera generación, y los que indican que con las últimas actualizaciones ha logrado mejorar de forma significativa.
Durante nuestras pruebas hemos detectado que el Autopilot funciona sin mayores problemas mientras la carretera disponga de unas buenas condiciones. Esto es, un día despejado, con carretera bien señalizada y sin demasiadas curvas cerradas. Condiciones que hemos encontrado el día de la prueba.
Sin duda es destacable el rendimiento del Autopilot. Mantiene el vehículo centrado en el carril sin apenas sensación de bamboleo. De vez en cuando se acerca demasiado a la línea derecha, pero lo corrige sin mayores problemas. Esto al principio nos da algo de sensación de inseguridad, sobre todo cuando ves a lo lejos un coche parado en el arcén, y que nos lleva de forma instintiva a tomar el control y separarnos algo más.
Y eso que la primera toma de contacto con Autopilot el día anterior nos ha dado un buen susto. El propietario apenas nos ha dado unas breves indicaciones de su funcionamiento, y no sabemos si este problema es de serie, o puede solucionarse mediante la configuración. La cuestión es que circulando por autovía a baja velocidad, unos 80 km/h, hemos conectado el sistema…y de pronto el coche ha pegado un fuerte acelerón para llegar a una velocidad que estaba previamente marcada en el sistema, que eran 108 km/h. Algo que ha hecho además a unos cientos de metros del final de la autovía y la entrada en una zona de semáforos.
Esta cuestión se ha repetido varias veces. Hemos pensado que podría ser algo de la configuración del control de velocidad. Una velocidad que podremos configurar en la pantalla. El Model 3 cuenta con los dos sistemas, control de velocidad y Autopilot. Para activar el primero tenemos que pulsar sólo una vez el tirador derecho detrás del volante.
Al darle dos veces, entonces entra en acción el Autopilot, y lo hace siempre buscando los 108 km/h que lleva grabado el coche. Da igual que hayamos puesto una configuración menor, que nos lleva a esa cifra. Incluso hemos probado a aumentar esa cifra hasta los 111 km/h, y conectar el Autopilot, y entonces el coche ha vuelto a ponerse a 108 km/h. Algo realmente curioso.
Otra de las características del Autopilot es que nos obliga a poner las manos al volante. Hemos cronometrado y eso sucede cada minuto. Si después de ese tiempo nota que no hay presión, entonces inicia una serie de avisos para que el conductor coloque sus manos en la posición de las diez menos diez. En caso contrario, el sistema se desconecta. El problema es que en algunas ocasiones a pesar de haber colocado las manos y apretado el volante, no nos ha detectado y el sistema se ha desconectado. Y cuando sucede esto no podremos volver a poner en marcha Autopilot hasta que hayamos parado y apagado el coche. Algo realmente molesto si vamos en un tramo largo de autovía sin posibilidad de apartarnos un momento.
Siempre podremos «hackear» el sistema. Por supuesto indicar que tal como dice el fabricante, y la normativa, hay que llevar siempre las manos en el volante y prestar plena atención a la carretera. Pero por curiosidad hemos probado a poner algún objeto en el centro del volante coincidiendo con el aro del propio volante. En nuestro caso hemos usado un pequeño monedero, que ha funcionado a la perfección. Hemos probado un par de ciclos, dos minutos, y no ha llegado a pedirnos que pusiésemos las manos en el volante. De nuevo, indicar que no se recomienda hacer este tipo de acciones.
Podemos añadir entre las curiosidades que el sistema no detecta los coches que llegan por los lados del coche. Sólo los que van por delante.
Entre los fallos podemos añadir el sistema de cambio de carril. Este debe ser conectado en las opciones, y luego funciona usando el tirador del intermitente. Este cuenta con dos tramos. Uno como en todos los vehículos, que sirve para señalizar durante unos segundos el cambio de carril. Si le damos más al fondo, entonces además de fijar el intermitente debería realizar el cambio de carril. La cuestión es que de las veces que lo hemos probado, más de la mitad no ha funcionado.
Prueba Tesla Model 3: Consumo y autonomía
El recorrido de la prueba ha partido desde el centro de la ciudad de Nueva Jersey, terminando en el mismo lugar con un punto intermedio en la ciudad de Kingston. En total 355 kilómetros por delante que nos permitiría completarlos sin mayores problemas con la carga del coche.
Como curiosidad, indicar que el propietario que nos ha cedido el Model 3 para la prueba ha limitado el nivel de carga máxima al 80%. Algo que no nos había indicado en el momento de dejarnos el coche. Cuando hemos realizado una parada previa al inicio de la prueba nos hemos dado cuenta de esta limitación, y hemos procedido a elevar el límite al 100%, para poder hacer una prueba más completa. Lo más llamativo es que a los pocos minutos nos ha llamado el dueño indicándonos que no elevásemos este límite, y que lo hacía para proteger la batería. Algo que nos indica que el propietario mima su coche, y que tiene algún tipo de alerta que le indica en el móvil si alguien toquetea la configuración.
A pesar de esto, salimos de nuestro destino con una carga que nos proporciona 445 kilómetros de autonomía. Por lo tanto, salvo sorpresa, podríamos completar el recorrido de una tirada y sin necesidad de parar a recargar en los muchos Supercargadores de la zona. A pesar de todo, hemos parado sólo por precaución, y por curiosidad. La parada ha sido bastante corta, lo justo para probar los Supercargadores y hacer alguna foto. En total hemos recuperado unos 12 kWh con un coste de 3 dólares y que nos ha permitido en ese rato conectados recuperar unos 70 km de autonomía.
Una primera parte que nos ha llevado por zonas urbanas e interurbanas buscando lugares para realizar algunas fotos. Durante este trayecto hemos visto que el marcador de consumo se ha situado en los 16.5 kWh a los 100 km. Un recorrido de apenas 30 kilómetros antes de encarar de forma definitiva la autopista. Curiosamente una vez que hemos entrado en esta, apenas hemos notado cambios en el consumo. Hemos llegado a picos de 17.8 kWh a los 100 km. Algo que nos indica que precisamente la autovía es el hábitat natural del Model 3.
Algo que no solemos encontrar en otros coches eléctricos, que suelen sufrir mucho en autovía, pero a cambio ofrecen rendimiento muy interesante a baja velocidad. Pero el Model 3 en cambio muestra su mayor potencial a velocidades de autopista, donde no ve subir sus cifras demasiado. En cambio si nos movemos por zonas urbanas e interurbanas, el gasto será bastante mayor que un modelo de menores dimensiones.
Un tipo de carretera donde a pesar del frío que hace, no hemos pasado de 6 grados como temperatura máxima durante el día, el coche apenas sube el consumo. Bien es cierto que nos hemos movido a velocidades legales, que en Estados Unidos no pasan de 105 km/h. Algo que ayuda a mantener a raya el gasto. Una velocidad que por cierto, ha supuesto que nos adelantasen absolutamente todos los coches que circulaban con nosotros.
El perfil del recorrido no ha sido demasiado exigente, con subidas y bajadas pero sin grandes dificultades. Hemos partido desde el nivel de mar, en New Jersey, y el pico más elevado estaba apenas a 200 metros de altura. Y a pesar de eso hemos visto bastante nieve en los arcenes. Algo que nos indica que no nos hemos movido precisamente por un entorno tropical. Incluso en algún tramo han caído algunos copos.
Uno de los problemas, o aspectos a mejorar, del Model 3 es la ausencia de estadísticas. Estas se limitan a tres. Kilómetros recorridos, kWh consumidos en ese tramo, y consumo medio. Lo mejor es que hemos podido configurar las mediciones en kilómetros en vez de millas. Algo que nos ha ayudado algo tanto en estas mediciones, como en el sistema de velocidad.
Durante el trayecto hemos parado a recargar en un Supercargador. Una estación situada en el aparcamiento de un restaurante de carretera. Curiosamente lo primero que nos llama la atención es que al igual que en España, nos encontramos con coches gasolina ocupando espacios para la recarga. Parece que el tópico del mal uso es por desgracia algo generalizado. Pero por suerte había solo una toma siendo usada por un Model X, por lo que podemos conectar nuestro coche sin mayores problemas.
La siguiente sorpresa es que la recarga no pasa de 44 kW. No sabemos si había alguna limitación configurada como la de la carga máxima anteriormente comentada ya que el nivel de carga era suficientemente bajo como para permitir alcanzar mayores potencias. En la parte inferior hay un selector de carga, pero no nos dejaba pulsarlo. Puede que sea sólo para la carga doméstica o en puntos de baja potencia.
Pero por suerte no necesitamos más autonomía, por lo que apenas 15 minutos después de iniciar la carga decidimos cancelarla para continuar con nuestro recorrido.
Para la vuelta hemos tenido que cambiar de ruta ya que el tiempo se nos terminaba para devolver el coche, y coger el avión de vuelta. Así que hemos decidido usar la misma autovía de ida, y además hemos aumentado algo la velocidad media adaptándonos al resto de vehículos. Algo que no ha supuesto un incremento notable del consumo. Como hemos dicho, el Model 3 se mueve como pez en el agua por estas vías.
Finalmente estas han sido las cifras totales:
Distancia recorrida: 355 km
Consumo total: 61 kWh
Consumo medio: 17.2 kWh/100 km
Autonomía final restante: 160 km (con una carga intermedia parcial que ha añadido 70 km de autonomía)
Prueba Tesla Model 3: Conclusiones
Sin duda la principal conclusión después de probar el Model 3 es que el coche es incluso mejor de lo que esperaba. Aspectos como el diseño o la propuesta minimalista del interior sin duda tendrá sus defensores y detractores. Pero donde seguro no habrá mucha divergencia es en el comportamiento dinámico del coche que se muestra no sólo rápido en las rectas, sino también muy sólido en las curvas.
A esto añadir también que al contar con un cuerpo más compacto que el Model S, le hacen mucho más manejable y accesible para aquellos conductores a los que los 5 metros de largo y 2 de ancho del S se les hagan demasiado. Algo que tiene como consecuencia una sensación acogedora desde el primer momento.
Un modelo que seguro podrá convertirse en el único coche de muchas familias que necesitan un modelo de amplia autonomía, también con mucho espacio de carga, y que además sea eficiente. Si a esto añadimos la cada vez más robusta red de Supercargadores, y el rendimiento cada vez mejor de Autopilot, convierten al Model 3 en una alternativa muy recomendable.
Eso si, para hacerse con una unidad habrá que armarse de paciencia, ya que las primeras unidades no llegarán a Europa hasta principios de 2019, y eso para los más madrugadores en apuntarse a una interminable lista de espera. Y luego además habrá que preparar la cartera ya que esta unidad tiene un coste de unos 56.000 dólares (Long Range+Pack premium+Autopilot) y que en España se estima arrancará desde los 50.000 euros más el equipamiento a añadir.