Cómo la estrategia de Toyota de vender coches eléctricos de otras marcas, puede ayudar a los más rezagados

Cómo la estrategia de Toyota de vender coches eléctricos de otras marcas, puede ayudar a los más rezagados

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Publicado: 15/06/2018 11:05

El mes de mayo conocíamos la sorprendente noticia de que por primera vez en su historia, Toyota venderá coches de otras marcas en sus concesionarios. No es que vayamos a ver el logo de fabricantes de la competencia, sino que la marca japonesa renombrará algunos modelos del fabricante chino GAC. Toco con el objetivo de cumplir con la nueva normativa de emisiones de China, que obligará a alcanzar una cuota de ventas de coches eléctricos a partir de 2019.

De esa forma Toyota venderá en sus tiendas los modelos de sus socios en el mercado asiático. Simplemente cambiarán los logotipos en un movimiento similar al que hemos visto muchas veces en Europa, por ejemplo con el acuerdo entre PSA y Mitsubishi, pero que hasta ahora era una opción inédita en Toyota, o ahora con una Opel separada de General Motors que continúa vendiendo el Ampera-e. Un Chevrolet Bolt remarcado.

Esta alternativa puede abrir grandes posibilidades para facilitar la llegada de coches eléctricos por parte de aquellas marcas que se han quedado atrás en el desarrollo de sus programas, y que la puesta en vigor de las nuevas normativas ha cogido sin la preparación necesaria.

Se trata de un formato bastante sencillo, por el cual por ejemplo FIAT podría añadir a su oferta coches de otras marcas. Los italianos están cerrando acuerdos estratégicos con Hyundai, por lo que podrían sin mayores problemas incorporar por ejemplo un Kona eléctrico a su oferta, o el más económico IONIQ. Simplemente añadiendo su emblema en el frontal. Unas alianzas que los transalpinos extienden a BMW, con gran experiencia en el sector eléctrico, y muy necesitado de ampliar producción para mejorar economías de escala.

Lo mismo para Mazda, Subaru, Ford…En definitiva, para aquellos fabricantes que o no tienen planes a la vista, o los preparan para dentro de dos o tres años. Por ejemplo, Toyota tiene acuerdos con Mazda y Subaru, por lo que no sería nada extraño que las tres compartiesen propuestas.

Por supuesto esto sucedería en caso de extrema necesidad, como sucede en China. Allí las cuotas de ventas ha puesto entre la espada y la pared a todos los fabricantes, incluyendo lo más rezagados. Deben contar con oferta eléctrica, y además lograr un mínimo volumen de ventas. Por lo que no es suficiente con tener una oferta de eléctricos. Además estos deben ser mínimamente atractivos para lograr convencer a los clientes de que se los compren.

Un nuevo ejemplo de la efectividad de esa medida que en algún momento ha sido planteada desde la Unión Europea, pero que ha sido rechazada posiblemente por las presiones de los fabricantes. Una medida que seguro volverá a estar sobre la mesa, y que parece ahora mismo la más efectiva para animar un mercado europeo, norteamericano y japonés que a pesar de que crecen, sus cifras palidecen frente a las cifras que maneja una China que un año antes de la entrada en vigor de las cuotas ya produce más coches eléctricos que el resto de mercados juntos.

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