Cuando Tesla presentó el Model X, muchos se sorprendieron por un aspecto que ha acompañado para lo bueno y lo malo al todocamino. Las puertas traseras. Un sistema de apertura superior que sin duda se han convertido en todo un símbolo para la marca. Pero no todo son buenas críticas.
El propio Elon Musk ha indicado que la fabricación del coche se ha complicado por culpa de esta alternativa, que muchos indican está detrás del enorme retraso en el lanzamiento del vehículo. Y es que desde el primer anuncios hasta las primeras entregas pasaron tres años y medio. Por su parte no son pocos los usuarios que se han quejado del mal funcionamiento en determinadas situaciones. Y eso que todavía hablamos de coches relativamente nuevos por los que no han pasado muchos años de uso.
Por supuesto también hay muchos defensores que indican que el sistema es el mejor para entrar y salir del coche, sobre todo cuando alguien aparca demasiado cerca. Algo que demostró para sorpresa de muchos en vivo y en directo durante la presentación.
La cuestión es que el sistema de apertura ha dividido a los usuarios entre favorables y contrarios. Pero lo que nadie duda, y en lo que todos coinciden, es que una de las mejores funciones de este sistema de apertura es su efecto mediático.
No hay más que pararse en cualquier lugar, abrir las puertas traseras, y en cuestión de segundos aparecerá un torrente de gente haciendo fotos y preguntando sobre el coche. Un aspecto que puede ser crucial para unos coches eléctricos necesitados de mejora en aspectos como su precio, autonomía, infraestructura de recarga, pero también de exposición mediática.
Así lo ha comprobado el periodista de la revista americana Roadandtruck, que durante una prueba con un Model X en las calles de Nueva York se ha encontrado con una enorme repercusión allí a donde fuese a realizar fotos con el coche. Sobre todo cuando procedía a abrir las puertas, momento en el que comenzaba el peregrinaje de toda clase de gente, que se acercaban a contemplar el coche de cerca.
Y eso que hablamos de un modelo que lleva ya tres años en el mercado. Algo que no evita que continúe de plena actualidad, sobre todo gracias a unas más o menos prácticas puertas traseras, pero que de proporcionan un halo especial allí a donde va.
Esto nos lleva a pensar en que los fabricantes de coches eléctricos deberían buscar formas de diferenciar a sus vehículos. Una manera de que estos ganen en exposición cuando salen a la carretera. Algo que facilitará el boca a boca y acelerará su expansión.
Un éxito por parte del Model X, que hace ganar muchas posibilidades a que Tesla repita la operación con el Model Y. Algo impensable hasta hace poco por la complicación y el precio de esta alternativa, pero que se ha tornado en un símbolo para el fabricante norteamericano.
Vía | Roadandtrack
