El Nissan LEAF de segunda generación está recibiendo numerosas críticas por parte de los usuarios a raíz de sus problemas a la hora de utilizar la carga rápida varias veces en un mismo día. Este problema, que se conoce como Rapidgate, se debe a que Nissan ha mantenido el sistema de refrigeración pasiva para el pack de baterías del anterior LEAF, una solución muy poco eficiente para controlar la temperatura de las mismas.
Así, a la hora de viajar, muchos usuarios se han encontrado que cuando tienen que realizar varias paradas para utilizar puntos de carga rápida, la potencia que recibe el coche va cayendo con cada carga. Esto se debe a que las elevadas potencias de carga hacen que aumente la temperatura de la batería, por lo que el coche limita la potencia para no sobrecalentarse más.
Así, podríamos decir que el LEAF aguanta bien viajes de 290 km a 110 km/h o 120 km/h con una parada entre medias para utilizar la carga rápida. A partir de esta distancia, comienzan los problemas: se va acumulando calor, y a la hora de utilizar una segunda carga rápida, esta se produce de forma mucho más lenta, algo que a la hora de viajar puede ser una auténtica molestia para los usuarios.
¿Qué se puede hacer para evitar que el sistema de refrigeración del LEAF nos estropee un viaje? En este artículo os daremos una serie de consejos para intentar retrasar lo máximo posible el sobrecalentamiento de la batería, siendo el primero de ellos la instalación de la aplicación para smartphone LeafSpy, que entre otras cosas nos permitirá controlar la temperatura del pack.
Para empezar, mantener una velocidad constante es importante. Por otro lado, intentar ir a una velocidad relativamente reducida también debería ayudar a controlar el aumento de la temperatura (95 km/h en lugar de 120 km/h). Los modos de regeneración también son un factor de calentamiento, pues cuando el coche regenera la batería se carga: para viajar, hay que desactivar el modo B y el e-Pedal, y es recomendable activar el modo Eco, que hace más suave la respuesta del motor, algo que la batería agradecerá.
Por otro lado, hay que intentar hacer más cortos los tiempos de carga. Así, se recomienda por ejemplo cargar el coche del 50% al 90%. Si bien la temperatura de las baterías se elevará, no lo hará tanto como con cargas más prolongadas, lo que nos permitirá llevas a cabo más recargas antes de que la potencia de carga empiece a estar muy restringida.
Otros consejos prácticos serían usar una «carga lenta» en corriente alterna el día antes del viaje, intentar cargar el coche a la sombra durante los viajes, utilizar el aire acondicionado de forma suave con una velocidad de ventilación alta, priorizar los asientos y el volante calefactados frente a la calefacción general del coche…
Fuente | Clean Technica
