Finalmente, el presidente de Estados Unidos Donald Trump ha confirmado que los coches fabricados en la Unión Europea pagarán un 25% de aranceles. Una medida que deja en evidencia que las negociaciones promovidas por Alemania, que proponía eliminar de forma bilateral los aranceles a los vehículos, no han llegado a buen puerto
«Vamos a aplicar un impuesto del 25% sobre cada automóvil que ingrese a Estados Unidos desde la Unión Europea«, declaró Trump en un mitin de campaña en Virginia Occidental.
Es bastante probable que hasta finales de este mes o principios del que viene no tengamos un desglose más detallado de los nuevos aranceles que quiere aprobar el gobierno estadounidense. Su publicación se ha retrasado debido a las negociaciones que está teniendo ahora mismo el país con México, Canadá y la Unión Europea.
¿Qué consecuencias tendrá esta medida? Para empezar, lo más probable es que la Unión Europea responda a Estados Unidos de la misma forma, aumentando los aranceles a los vehículos fabricados en el país norteamericano. Algo que afectará de lleno a modelos como el Opel Ampera-e, que ya estaba herido de muerte de antes, y a la gama de Tesla: si bien los Model S y Model X se verán afectados, al ser modelos de lujo no sufrirán las consecuencias de forma tan notable como el Model 3.
Así, el sedán medio de la compañía californiana perderá gran parte de su competitividad en el mercado europeo si finalmente se aprueban unos aranceles similares a los de Estados Unidos, pues el coche, ya de por sí caro, se situará a un precio muy superior a sus rivales de combustión y a otros coches eléctricos como el Hyundai Kona Eléctrico.
Sin embargo, esto también podría significar que la fábrica europea de Tesla pasará a ser un proyecto más prioritario para la empresa de lo que era originalmente, pues se hará necesario fabricar en suelo europeo para esquivar los elevados aranceles. Esta planta, la Gigafábrica 4, probablemente sea levantada en suelo alemán, aunque Tesla no descarta tampoco los Países Bajos u otros países.
Las marcas europeas por su parte se verán muy afectadas, sobretodo las alemanas: Volkswagen, Audi, BMW, Mercedes-Benz, Smart… todas ellas venden en Estados Unidos, mientras que los fabricantes franceses (Renault y PSA) hace décadas que no pisan suelo estadounidense. FCA, con marcas exportadoras a ambos lados del charco como Alfa Romeo, FIAT o Jeep, también se verá afectada por esta maniobra.
Fuente | CNBC
