Desde el anuncio del inicio de la producción del nuevo Hyundai Kona eléctrico, dos son los comentarios más extendidos a la hora de hablar de este modelo. Por un lado que sus características le pueden convertir en un revolucionario del mercado, gracias a su amplia autonomía, y sin un precio astronómico. Por el otro lado que su producción será muy baja en sus inicios.
Precisamente el aspecto de la producción parece que se está convirtiendo en un verdadero problema. Según los datos de Hyundai, en junio se han producido 2.196 unidades. Una cifra bastante modesta si tenemos en cuenta la enorme expectación que el Kona eléctrico ha levantado, con datos como las 7.000 reservas que acumula sólo en el mercado de Noruega.
El problema es que apenas un mes después, en julio esta producción ha bajado hasta las 1.775 unidades. Algo que supone un descenso del 20% respecto al mes anterior.
Esto sin duda ha levantado las preocupaciones de aquellos que pacientemente están esperando a poder realizar su pedido del todocamino coreano. Una espera que parece que será bastante más larga de lo esperado en un primer momento. Pero la pregunta es cuál es la razón.
De momento desde Hyundai no se han realizado comentarios, por lo que sólo nos queda especular con los motivos para esta baja producción. Por un lado la más evidente es que el suministrador de baterías, en este caso LG, no logra cubrir toda la demanda existente, siendo los contratos más nuevos los que menos cantidad podrían recibir. Y es que LG estaría primando a sus principales clientes, como Renault, con más años de relación y que sólo con el ZOE está comprando entre 2.000 y 3.000 packs mensuales a LG.
La otra posibilidad es que la producción del propio Kona no sea un proceso fácil. Algo que supondría que el ritmo de fabricación se resistiría por la incapacidad de las líneas de lograr escalar el número de unidades diarias. Algo que nos suena mucho después de seguir casi al minuto este problema con el Tesla Model 3 y que como hemos visto ha necesitado casi un año para empezar a resolverse.
También puede ser una de las explicaciones de que esta bajada de la producción se deba simplemente a la entrada en vigor del calendario de vacaciones, lo que reduce el número de horas de actividad en las líneas de montaje, con la consiguiente bajada de producción que debería afectar no sólo a la versión eléctrica, sino también a la convencional.
La respuesta a si Hyundai tiene un problema de producción, o de suministro de baterías, la tendremos en los próximos dos meses, cuando el fabricante asiático debería pisar del acelerador e incrementar el ritmo de producción para lograr las 25.000 unidades estimadas para el periodo marzo-diciembre de 2018. Algo que les obliga a llegar al menos hasta las 2.500 unidades mensuales.
Una cifra que a pesar de que no deberían tener problemas para alcanzar, escenifica igualmente que hay un problema. O poca ambición por parte de Hyundai para lograr mayores cuotas de ventas, o un problema de suministro de baterías, que ralentiza estos planes.
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