Parece que fue ayer cuando comenzó una casi anónima competición de coches eléctricos en la que pocos ponían sus esperanzas de éxito. Hablamos de una Fórmula E que ha echado raíces y afronta con más fuerza que nunca su quinta temporada. Una nueva sesión que llegará cargada de importantes novedades que le permitirá seguir creciendo en interés y repercusión.
Esta nueva edición arrancará el próximo 15 de diciembre con la carrera de Al-Diriyah, Arabia Saudita, donde se dará el pistoletazo de salida a una apasionante temporada en el que el protagonista de nuevo seguirá siendo el coche.
Después de cuatro temporadas con un diseño bastante modesto, por fin el monoplaza sufrirá importantes novedades en el aspecto técnico, pero también en el aspecto visual. Un nuevo cuerpo mucho más moderno y agresivo, que sin duda servirá para atraer más la atención del gran público.
En el plano mecánico la gran novedad será la eliminación del cambio de coche en mitad de la carrera. Un elementos que se había diseñado para agregar algo de emoción y estrategia, pero que en la práctica se había convertido en una fuente de problemas, y en una forma de cortar el ritmo de las carreras.
La organización ha decidido atajarlo de dos formas. Por un lado se ha aumentado el peso máximo del vehículo hasta los 900 kilos. Esto sumado a una batería de mayor densidad energética, que eleva la capacidad de los 28 a los 54 kWh, permitirá a los pilotos completar los 45 minutos de carrera sin tener que entrar a boxes. Eso siempre y cuando sepan gestionar la energía disponible.
A partir de la quinta temporada, además de una estética imponente y una nueva batería, los nuevos monoplazas contarán motores más potentes, alcanzarán los 250 kW en los entrenamientos, y 200 kW en las carreras, y que les permitirá alcanzar velocidades máximas de hasta 280 km/h, ingredientes óptimos para dar espectáculo.
Uno de los elementos más populares de la Fórmula E ha sido su conexión con los aficionados, que durante las carreras pueden otorgar un extra de potencia a sus pilotos favoritos. El Fan Boost. Algo que se mantiene este año y que supondrá añadir 25 kW durante unos segundos al coche seleccionado. La novedad es que además de recibirlo de los fans, los coches podrán pasar por determinadas zonas para acceder a este impulso extra. Algo parecido a lo que podemos ver en algunos videojuegos.
Esto dibuja una nueva temporada en la que además habrá novedades en cuanto a los equipos, con la salida de Renault y la entrada de Nissan. Una competición que en 4 años ha logrado una evolución realmente llamativa, y que un año más continuará mostrando todo su potencial en los circuitos urbanos. Una forma según la organización de acercar las carreras a todos los públicos, ya que al disputarse en una zona urbana es más fácil llegar a las carreras mediante medios de transporte público, lo que facilita su disfrute.
Tal vez lo que le falta a la Fórmula E es la presencia de grandes nombres a nivel de pilotos. Este año se producirá la incorporación de toda una ex-estrella de la F1, el brasileño Felipe Massa, que lleva tiempo involucrado en la competición, y que esta edición se pondrá al volante dentro del equipo Venturi.
Una pena que finalmente Fernando Alonso no haya optado por participar en esta competición después de abandonar la F1, ya que sin duda sería todo un impulso a nivel publicitario para la Fórmula E.
