El nuevo jefe de comunicaciones de Sono Motors, Thomas Hausch, un directivo con experiencia en el departamento de coches eléctricos de Nissan y que ahora forma parte de Sono, ha concedido una interesante entrevista a la revista alemana Automobilwoche en la que habla del presente y el futuro del fabricante alemán.
Según el Sr Hausch, el objetivo continúa siendo el mismo, comenzar la producción del Sion a finales del próximo año al mercado. Algo que les seguirá permitiendo adelantase al grueso de lanzamientos de las grandes marcas, y que supondrá la puesta en funcionamiento de un modelo que además de eléctrico, tendrá un precio mínimamente razonable, y contará con elementos diferenciadores como su cuerpo cubierto de células fotovoltaicas.
También ha puesto sobre la mesa que el proyecto es bastante más ambicioso de lo que podríamos haber pensado en un primer momento. Si hasta ahora el Sion cuenta con poco más de 7.000 reservas, el reto para Sono Motors es lograr alcanzar una producción de 200.000 unidades al año. Un objetivo realmente complejo para una pequeña startup dentro de la jungla de la producción de coches.
Para lograrlo hace falta dinero, mucho dinero. Algo que según el representante de Sono Motors, está asegurado gracias no sólo al apoyo de los usuarios mediante las aportaciones en forma de reservas, que han permitido recaudar 3 millones de euros. Una pequeña parte de la aportación realizada por tres grandes inversores que a finales de 2017 han inyectado capital a la compañía asegurando la financiación para los próximos años. Entre ellos se encuentra el potente grupo alemán Böllinger. Un apoyo económico pero también un impulso a la confianza sobre todo el proyecto.
La estrategia de Sono Motors también permite poder operar sin grandes gastos. La producción se realizará en plantas de terceros, como la de Magna en el caso del ensamblado, y la de ElringKlinger para las baterías. Algo que sumado a la venta directa de los vehículos, que permite prescindir de intermediarios, y a la sencillez de la producción, solo habrá un color disponible, supone para la compañía mantener los costes muy bajos.
Por supuesto el reto no será fácil. El poner en marcha una línea de producción desde cero supone un reto enorme. Y lograr alcanzar la rentabilidad con ella otro. También queda por demostrar que Sono puede lograr poner a la venta en poco más de un año un coche eléctrico de cinco plazas, con una batería de entre 35 y 45 kWh, un motor de 80 kW, cargador bidireccional, las placas solares, y todo por apenas 20.000 euros.
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