Toyota ha elegido la región de Silesia, al sur de Polonia, para la fabricación de las plantas motrices para sus vehículos híbridos de cara a abastecer la creciente demanda de este tipo de vehículos en el continente europeo. Con este movimiento, la marca japonesa fabrica por primera vez este tipo de componentes fuera de sus fábricas en Asia y pretende dar a entender que su apuesta por liderar el mercado de vehículos de energías limpias es totalmente real y firme.
La elección de la fábrica de Walbrzych en el suroeste de Polonia para la implantación de esta línea de producción se realiza al mismo tiempo que la marca presenta su nueva tecnología híbrida y da a conocer la Nueva Arquitectura Global de Toyota en estas nuevas instalaciones. La inversión para esta nueva línea de montaje asciende a más de 4.500 millones de zlotys, unos 1.100 millones de euros al cambio actual.
Esta decisión pretende centrar la producción de sus modelos híbridos más famosos cerca de los países europeos donde más tirón tienen, posicionándose a medio camino entre la fábrica de Burnaston en Reino Unido, donde se fabrica el nuevo Corolla, y la fábrica de Turquía donde se produce el exitoso CH-R. Ambos montarán esta planta motriz fabricada en las instalaciones polacas.
El presidente de Toyota Motor Europe, Johan van Zyl, destacó que «en el año 2000, con la presentación del primer modelo híbrido, hemos allanado el camino para la electrificación de los automóviles en Europa«, a lo que agregó que «casi cada segundo, un coche que abandona los concesionarios de Toyota es híbrido«.
La apuesta por parte de Toyota por la fabricación de componentes en suelo polaco no es nueva. En 2002, Toyota comenzó a fabricar las cajas de cambios para su modelo Yaris en Walbrzych, para dar servicio principalmente a las plantas de Reino Unido y Turquía. Desde 2017, las dos fábricas de Toyota en Polonia se fusionaron y desde entonces suministran diferentes componentes al resto de fábricas repartidas por Reino Unido, Francia, República Checa, Rusia, Turquía, Sudáfrica y Japón.
Con esta implantación de la línea de montaje de sistemas híbridos en Polonia, Toyota pretende resolver posibles problemas de demanda debido a la caída en picado de los motores diésel en Europa y el aumento de ventas de vehículos híbridos y eléctricos y poder rebajar el precio de sus modelos más vendidos hasta la fecha, el CH-R y el Rav4, ambos con tecnología híbrida.
Vía | DW
