Las acciones de Tesla en caída libre. Según algunos analistas, tienen 6 meses para evitar la insolvencia

Para los que sigan la evolución de las acciones de Tesla, estos días están siendo especialmente llamativos ya que los títulos del fabricante norteamericano están derrumbándose como pocas veces hemos visto en la historia de la marca. Algo que está desatando los rumores y los análisis catastrofistas de algunos expertos.

En estos momentos la acción de Tesla está en 279 dólares, curiosamente la misma cifra que hace justo un año. Pero la dinámica de estas últimas jornadas, con el accidente mortal de un Model X, y los retrasos en la escalada de producción del Model 3, están marcando una dinámica negativa muy pronunciada.

Para los analistas, el problema es que Tesla tiene una delicada situación económica, y no tendría capacidad para absorber una racha de malas noticias prolongada. Una racha que parece está en marcha. Noticias como la propia producción del Model 3, se suman a factores externos como el accidente del UBER autónomo, que ha afectado a la confianza de una tecnología en la que los de Palo Alto han puesto muchas esperanzas.

Según el presidente de la consultora americana Vilas Capital Management, John Thompson, en un plazo de entre tres y seis meses Tesla podría quedarse sin dinero. Algo que argumenta principalmente por la lenta expansión de la producción de un Model 3 que parece lejos de las 2.500 unidades a la semana que estimaban poder alcanzar durante un primer trimestre que está a punto de terminar.

Y según vemos, el verdadero problema parece el Model 3. Como recordamos, Elon Musk indicaba que esperaba en un primer momento llegar a una producción de 20.000 unidades en diciembre. Una cifra que finalmente se ha quedado muy por detrás. Luego indicó que llegarían a ese número a finales de marzo, justo antes de presentar los resultados del primer trimestre. Pero a día de hoy la estimación de producción no llega a las 1.500 unidades semanales. Una cifra que a lo largo del segundo trimestre debería llegar a las 5.000 unidades semanales, y a las 10.000 antes de terminar el año.

Objetivos que de momento parece que no logrará. Algo que aumenta la presión sobre un fabricante que tiene a muchos ojos puestos sobre el, esperando a que pinche.

Motivos para el optimismo: opinión

Entre los motivos para pensar que Tesla no caerá podemos destacar que la mayor parte de los analistas que predicen el final de Tesla suelen ser inversores en corto. Inversores que ganan si la bolsa cae. Por lo tanto sus predicciones no son realmente fiables ya que persiguen un objetivo propio.

Por otro lado la bajada de Tesla se enmarca en una dinámica negativa de las bolsas americanas, tanto Down Jones como Nasdaq, que están viviendo jornadas complicadas por culpa de noticias como la guerra comercial con China. Algo de lo que no es inmune casi ningún fabricante norteamericano y donde vemos caídas también de General Motors o Ford.

Pero sin duda el dato más importante para Tesla es su enorme lista de espera para hacerse con una unidad del Model 3. Se estima que la cifra a pesar de las cancelaciones por los retrasos, sigue siendo enorme. Unas 455.000 personas todavía están esperando a recibir su unidad. Algo que les asegura todo un año de producción a su máxima capacidad. Algo de lo que ningún otro fabricante puede presumir. Algo que supera las ventas anuales de marcas como Volvo.

A esto se suma una expansión de las ventas del Model S y Model X, que no paran de crecer, y eso a pesar de que en el caso del S, está cercana una renovación. Un modelo que llegó en 2012, y que en 2016 ha recibido un pequeño restyling. Pero desde entonces apenas ha contado con cambios. Una nueva versión que seguro llegará cargada de novedades y sorpresas que acelerarán una vez más sus entregas.

Y para terminar también la ventaja que le proporciona el ecosistema desarrollado en estos años. Y es que Tesla no sólo ha fabricado coches. También ha creado una amplia red de recarga rápida de la que en cualquier momento puede echar mano para salir de un apuro abriendo su uso a otras marcas. Una posibilidad que se ha rumoreado durante años. A esto se añade su tecnología de conducción autopilotada, que está por delante de la competencia y que podría llegar a producir para otras marcas y de esa forma obtener ingresos extra.

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