La Comunidad de Madrid, Valencia y Navarra anuncian nuevos planes de ayudas para coches eléctricos

A pesar de que el Plan MOVALT se agotó en apenas unas horas (como por otro lado viene siendo costumbre con los subsidios para coches eléctricos en nuestro país), ciertas Comunidades Autónomas han comenzado a poner en marcha sus propias subvenciones para promocionar la compra de este tipo de vehículos, con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes de sus respectivas regiones.

Por un lado tenemos las ayudas de la Comunidad de Madrid: el Plan PIVCEM y el Plan PIAM, dotados ambos de un presupuesto de 2 millones de euros. El objetivo que se persigue con estos planes de subvenciones es hacer que tanto las flotas de las empresas (furgonetas de reparto, etc) y el sector del transporte público (taxis) se pasen a vehículos ECO o CERO, algo muy necesario dada la alta contaminación de la capital del país.

Así, cada uno de estos planes contarán con una dotación de 1 millón de euros. El PIVCEM estará orientado a los vehículos de reparto, mientras que el PIAM a los taxis. Ambos ya estuvieron activos en el año 2017, con unos resultados realmente destacados. Su éxito ha sido el motivo por el cual se ha decidido darles continuidad. Las ayudas irán de los 2.000 a los 10.000 euros por vehículo, y cada solicitante podrá acogerse a la subvención de un máximo de 5 vehículos.

La Comunidad Valenciana  por su parte también ha activado sus «ayudas en materia de movilidad sostenible para el ejercicio 2018», a las cuales se podrán acoger tanto la administración como empresas públicas y privadas. Estas ayudas serán de carácter integral, y abarcarán desde proyectos de logística urbana sostenible hasta la adquisición de vehículos sostenibles desde el punto de vista ecológico.

Las ayudas de Valencia para vehículos abarcarán desde bicicletas y cuadriciclos hasta autobuses, tanto de gas como a baterías (estos últimos contarán con la subvención más alta posible, de 50.000 euros por unidad). Globalmente, cada empresa se podrá llevar una ayuda máxima de 150.000 euros entre todos los vehículos.

Un punto polémico de la iniciativa valenciana es la subvención de puntos de carga para vehículos de gas natural (hasta 60.000 euros por instalación) y para vehículos de hidrógeno (100.000 euros por instalación), siendo los últimos un tipo de vehículo casi inexistente en nuestras carreteras. Quizás utilizar esos fondos para la expansión de la red pública de recarga hubiera sido una forma más eficaz de promocionar la movilidad sostenible.

Navarra por su parte también quiere apoyar la movilidad sostenible, por ello, destinará un presupuesto de 3,1 millones de euros a deducciones fiscales para deducciones fiscales: contemplará hasta un 30% de reducción en el IRPF para las personas fijas y el mismo porcentaje en el impuesto de sociedades para las empresas. En el caso de los coches híbridos, se quedará en un 5%.

Además, también cubrirán el 15% del coste de los nuevos puntos de carga para coches eléctricos (el 20% para los puntos de alta potencia).

Fuente | BOCM; Generalitat Valenciana