¿Son las farolas un lugar adecuado para instalar un punto de recarga para coches eléctricos?

Desde hace algún tiempo estamos viendo iniciativas para instalar puntos de recarga para coches eléctricos en las farolas públicas. La idea es aprovechar una infraestructura ya en marcha, lo que permitirá reducir costes y tiempo de expansión de la red. Un formato que permitirá ampliar la disponibilidad de estaciones de recarga para aquellos que no tengan una plaza en su vivienda.

Hemos visto este tipo de instalaciones en las calles de Londres, también en varias ciudades chinas, incluso a BMW probando este concepto. Pero la pregunta es ¿Son las farolas un lugar adecuado para instalar un punto de recarga para coches eléctricos?.

La respuesta es que no siempre. Un ejemplo nos llega desde la localidad alemana de Darmstadt. Allí el partido en el gobierno ha pedido la instalación de puntos en las farolas de la ciudad. Pero la respuesta es que es técnicamente imposible.

Según los responsables de la instalación, en ciudades como Londres y Berlín, esta instalación es sencilla. Allí, cada farola de la calle está conectada a la red eléctrica con su propio cable. En otras ciudades, como en Darmstadt, están conectadas en grupos con una línea principal. El resultado: el voltaje aplicado a la potencia de las farolas individuales es demasiado débil para además cargar la batería de un coche eléctrico.

Desde el ayuntamiento se ha indicado que no será necesario instalar cargadores en todas las farolas. A la vista de la limitación se podría optar por instalar puntos sólo en aquellas que estén más cerca de la línea principal y que podrían acoger una toma, y pensando principalmente en un uso nocturno con una baja potencia.

También se ha propuesto que el proceso de instalación se haga coincidir con la renovación por motivos de edad de cada farola. De esa forma se lograría adaptar la nueva instalación a aplicaciones como la carga, minimizando el coste de la misma al hacerla coincidir con la propia sustitución de la farola.

Otro de los problemas a los que se enfrentan este tipo de infraestructuras es el corte de electricidad durante el día, que es cuando no funcionan las propias farolas. En este caso proponen un sistema de control por radio independiente para los puntos. De esa forma se podrán tener funcionando durante las 24 horas.

Por lo tanto, como vemos es posible instalar puntos de recarga para coches eléctricos en las farolas, pero es necesario analizar la red para saber si está preparada para acoger este tipo de infraestructuras. Un servicio con un enorme potencial que permitirá expandir las redes sin apenas impacto visual, minimizando las obras y molestias para los vecinos, y además hacerlo con un coste bastante razonable que en el caso de la red de Londres se estima tiene un coste de unos 1.000 euros por punto.

Vía | Echo-online (alemán)